Sector Rural

Feminización de la agricultura

Redacción 2000Agro
Foto: Cortesía Oxfam México

Aunque la feminización de la agricultura responde a diversos factores, la emigración de los hombres del campo, en busca de mejores oportunidades económicas, ha llevado a las mujeres a tomar las riendas de la producción agrícola, no sólo para garantizar la alimentación de sus familias sino para generar ingresos que contribuyan al desarrollo de sus comunidades.

En América Latina y el Caribe, el país con más explotaciones agrícolas a cargo de mujeres es Chile, con 30 por ciento de la superficie total cultivada, seguido por Panamá, con 29 por ciento; Ecuador, con 25 por ciento, y Haití, con 25 por ciento, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Sin embargo, para las mujeres la producción agrícola no es tarea fácil. A riesgo de caer en un lugar común, “sólo por el hecho de ser mujeres”, éstas enfrentan discriminación en aspectos como la tenencia de la tierra, cuyos propietarios suelen ser hombres. Además, las áreas productivas con que cuentan las mujeres —principalmente entre los grupos indígenas, en el sector rural— suelen ser de menor tamaño a las del productor promedio, lo cual puede dificultarles el acceso a crédito, asistencia técnica y capacitación.

A pesar de ello, las mujeres campesinas están teniendo cada vez mayor autonomía económica. En el caso del sistema alimentario mexicano, el papel de las mujeres campesinas es de vital importancia, ya que de ellas depende, en gran medida, la seguridad alimentaria de muchas familias.

Según cifras oficiales, a escala mundial las mujeres constituyen 43 por ciento de la mano de obra agrícola en países en vías de desarrollo, por lo cual su incursión en la producción de alimentos es clave para fortalecer los sistemas alimentarios. No obstante las limitaciones que enfrentan cotidianamente, han desarrollado diversas estrategias de sobrevivencia, como técnicas de adaptación al cambio climático, diversificación productiva o la recuperación de suelos mediante buenas prácticas agrícolas.

Como apunta la organización internacional Oxfam en el estudio Mujeres campesinas y su papel en el sistema alimentario en México, aunque diversos factores podrían colocar a las mujeres campesinas en una situación de “victimización”, éste no es el mejor enfoque para comprenderlo, ya que a pesar de los muchos desafíos que enfrentan, las mujeres llevan a cabo una amplia gama de actividades relacionadas con la producción alimentaria, el procesamiento y la comercialización. Son recolectoras de agua, leña, forraje; además, poseen conocimientos sobre plantas medicinales y técnicas de conservación de suelo.
En el campo, las mujeres revitalizan, producen y crean. Son líderes que alimentan el cambio.

2000 Agro

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