Sector Rural

Hambruna en cuenca del lago Chad

Hambre, pobreza y ausencia de desarrollo rural en la raíz de la crisis

La crisis que afecta a la cuenca del lago Chad tiene sus raíces en décadas de abandono, ausencia de desarrollo rural y en el impacto del cambio climático, y la única manera de garantizar una solución duradera es abordar estos retos, además de incluir inversiones en agricultura sostenible, aseguró el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva.

La paz es un requisito previo para resolver la crisis en la región, pero esto no es suficiente, según el director general de la FAO. “La agricultura, incluyendo la ganadería y la pesca no pueden ser vistas como una cuestión secundaria. Son lo que produce alimentos y la base de los medios de subsistencia de cerca del 90 por ciento de la población de la región.”

Unos siete millones de personas corren el riesgo de padecer hambre severa en la cuenca del lago Chad, que abarca partes de Camerún, Chad, Níger y noreste de Nigeria. En esta última zona, cerca de 50 mil personas están amenazadas por la hambruna.

Si bien los combates y la violencia han causado gran parte del sufrimiento, las consecuencias de la degradación ambiental y el cambio climático, incluidas las repetidas sequías, están agravando la situación, recordó el funcionario.

Señaló cómo, desde 1963, el lago Chad ha perdido cerca del 90 por ciento de su masa de agua, con consecuencias devastadoras para la seguridad alimentaria y los medios de vida de las personas que dependen de la pesca y las actividades agrícolas de riego. Y mientras el volumen del lago se ha ido reduciendo, la población ha crecido, incluyendo a millones de personas desplazadas de las zonas más afectadas por el conflicto.

La FAO, junto con sus asociados, entre ellos distintos organismos de la ONU, ha pedido ayuda urgente a la comunidad internacional: una combinación de ayuda alimentaria inmediata y apoyo a la producción de alimentos, como única manera de frenar el hambre en la región.

Para ello, se necesitan más inversiones en agricultura, subrayó Graziano da Silva, citando el ejemplo de Etiopía, donde el apoyo gubernamental al sector agrícola ha ayudado a suavizar el impacto de la sequía vinculada a El Niño.

En la región de la cuenca del lago Chad, la FAO trabaja con agricultores y desplazados internos para ayudarles a producir alimentos y vender sus excedentes en los mercados. Esto incluye la distribución de cupones en efectivo, que ayudan a estimular los mercados para los productos agrícolas.

Además, la FAO, junto con sus asociados, está estudiando la posibilidad de introducir técnicas de riego que ayuden a ahorrar agua, e igualmente ayudar a capacitar a los agricultores en el uso de estas técnicas.

Información e imágenes

Comentarios

comentarios

Siguenos!

Países que nos están viendo


Suscribete al Boletin