Sector Rural

La FAO ayuda a pequeños agricultores de África occidental

En Gambia, los agricultores se adaptan al cambio climático con nuevas estrategias de irrigación

Muchos países de África occidental y central tienen la fortuna de poseer abundantes recursos hídricos. Sin embargo, estos recursos están distribuidos de manera desigual en toda la región y en su mayoría no están explotados. Menos del 3 por ciento de la tierra cultivable de la región se beneficia de alguna forma de gestión estratégica de recursos hídricos. Al mismo tiempo, muchos países enfrentan precipitaciones irregulares a medida que la región se vuelve altamente vulnerable al cambio climático, y los agricultores se enfrentan cada vez más a la variabilidad climática y los riesgos climáticos extremos.

Se necesita una mejor gestión del agua en esta región para aumentar la productividad agrícola y ayudar a impulsar los medios de vida de los agricultores. Con este fin, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está implementando el proyecto “Adaptar la irrigación al cambio climático en África occidental y central” (AICCA, por sus siglas en inglés) en Côte d’Ivoire, Gambia, Malí y Níger para proporcionar a los pequeños agricultores herramientas concretas para la gestión del agua, sistemas de riego a pequeña escala y estrategias de adaptación que respondan a sus necesidades específicas.

Como los pequeños agricultores son los más vulnerables a los impactos de un clima cambiante, necesitan estrategias para fortalecer su resiliencia y adaptarse al cambio climático. También necesitan un mejor acceso a los mercados, la información, las finanzas, las tecnologías y otras infraestructuras agrícolas. La implementación de técnicas de riego a pequeña escala adaptadas a los efectos del cambio climático no solo ayudará a la región a garantizar un acceso suficiente y confiable al agua, sino que también asegurará que no se desperdicie el agua.

La agricultura tiene un papel importante que desempeñar en la reducción de la pobreza en Gambia. El 30 por ciento del PIB del país proviene de este sector, siendo el segundo más grande de la economía. Alrededor del 44 por ciento de la fuerza de trabajo activa del país está empleada en el sector agrícola. Los pequeños agricultores suministran al país el 90 por ciento de los alimentos producidos, principalmente gracias a la agricultura de secano; solo alrededor del 1 por ciento de la tierra de cosecha usa sistemas de irrigación.

Esta alta dependencia de la lluvia, un ambiente político débil, unos bajos niveles en la aplicación de tecnología, un acceso inadecuado a insumos (semillas, fertilizantes, etc.), una baja inversión del sector privado, unos mercados subdesarrollados, una infraestructura deficiente y un suministro de energía inadecuado son los factores principales de la baja productividad agrícola en Gambia. Particularmente en las tierras altas, los sistemas de producción de granos y cacahuetes, los principales productos del país, se ven muy afectados por la distribución inadecuada y errática de las precipitaciones. Las tasas de pobreza también son más altas en las zonas rurales productoras de cacahuetes, principalmente debido a los rendimientos pequeños o variables en este sector.

La FAO está trabajando en colaboración con los gobiernos de Gambia, Côte d’Ivoire, Malí y Níger para identificar estrategias de “riego inteligente con base en el clima” que respondan a las necesidades específicas de los pequeños agricultores con el fin de mejorar su productividad, y de esta manera, garantizar la seguridad alimentaria y nutricional sostenible, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental.

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