Nuevas herramientas y soluciones ofrecen a agricultores más opciones para tener una mejor cosecha
A veces, las soluciones a los problemas recurrentes están ahí, delante de nosotros. Durante siglos, los agricultores han utilizado cultivos de cobertura para ayudar a controlar las plagas, reducir las malas hierbas, mejorar la captura de las lluvias, y enriquecer los suelos para producir verduras y granos.
Los cultivos de cobertura, como gramíneas y leguminosas, se siembran en el campo estéril, en medio de las estaciones de crecimiento de un cultivo primario. Para los agricultores, después de la cosecha de un cultivo primario como el maíz o la soya, un cultivo de cobertura puede ser plantado para cubrir y proteger el suelo hasta el siguiente año.
Algunos agricultores utilizan cultivos de cobertura que producen nitrógeno, un nutriente que ayuda a que la cosecha del año siguiente sea más abundante. Los cultivos de cobertura resultan más eficaces para los agricultores en el uso de fertilizantes y productos de protección de cultivos durante la estación de crecimiento, y ayudan a ahorrar tiempo y dinero, además de proteger el medio ambiente.
Hay mucho potencial en esta solución en crecimiento. Al permitir una mayor eficiencia en el uso de fertilizantes y otros insumos necesarios para producir nuestros alimentos, los cultivos de cobertura ayudan a prevenir la pérdida de nutrientes a los canales y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las nuevas herramientas y soluciones ofrecen a los agricultores más opciones para tener una mejor cosecha y mantener tierras de cultivo. Algunas soluciones, como cultivos de cobertura, han demostrado su eficacia. Otros, como las herramientas digitales, han evolucionado para enfrentar el cambio climático y una población creciente. Los agricultores tienen muchas opciones cuando se trata de cultivos en crecimiento, y todos estos métodos tienen un papel que desempeñar.
