Sector Rural

Un huerto biointensivo alimenta la tierra, el cuerpo y la mente

Entrevista con Lorena Martínez, directora de áreas verdes y educación ambiental de Fundación Xochitla

Alejandro Barragán

Ciudad de México, 25 de mayo de 2020.— De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo ideal sería que cada persona del planeta contara con un área verde de 12 metros cuadrados, tres metros cuadrados como mínimo, pero en la Ciudad de México y área conurbada el porcentaje de áreas verdes por habitante está muy por debajo de esas cifras.

Lorena Martínez González, directora de áreas verdes y educación ambiental de Fundación Xochitla, conversó con 2000Agro sobre los huertos biointensivos y su importancia con el fin de concientizarnos sobre lo imprescindible que es respetar los ciclos naturales de producción de alimentos.

El Parque Ecológico Xochitla se creó en 1989 con el propósito de rescatar un terreno —antes era un rancho agrícola— como área verde. El parque se ubica en Tepotzotlán, en el Estado de México, en la zona conurbada de la Ciudad de México la cual se caracteriza por un gran déficit de áreas verdes. Es un centro de educación ambiental reconocido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), convertido en un pequeño paraíso lleno de plantas rescatadas, un lugar de reencuentro con la naturaleza. De acuerdo con Lorena Martínez, las áreas verdes permiten regular la temperatura de la zona, disminuyen el estrés de los visitantes, son un espacio para la espiritualidad.

Fundación Xochitla se dedica al rescate de biodiversidad nativa de la Ciudad de México. También fomenta el desarrollo de proyectos sustentables, tiene un área de producción de composta (creada con los residuos de recorte de pasto y ramas), cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales con las que se riega la vegetación de Xochitla, “todo lo que hacemos es para el aprendizaje y sensibilización de los visitantes; tenemos programas de educación ambiental para niños y jóvenes. Asimismo dan cursos sobre huertos urbanos, jardinería, cuidado adecuado de los árboles”, afirmó Lorena Martínez.

Respecto a la pandemia derivada del COVID-19, Lorena comentó que “es importante conocer cómo funciona la vida y los ecosistemas, el malo no es un virus que salió de la nada, lo malo es que hemos destruido la selva y los bosques, se trafica con la fauna silvestre, y el asentamiento de animales exóticos en condiciones deplorables causa el fenómeno conocido como zoonosis, es decir, cuando un virus pasa de un animal al ser humano. La pandemia que vivimos actualmente es producto del desconocimiento y el maltrato a la naturaleza y sus procesos naturales”.

Sin embargo, dijo, la alternativa que nos brinda la situación actual de confinamiento, de reconectar con la naturaleza es maravillosa. Para crear un huerto urbano es indispensable la sensibilidad de reflexionar de dónde vienen los alimentos que comemos, qué nutrientes reciben de la tierra y quién los cosecha. Cualquier esfuerzo que se haga desde casa en materia de producción de alimentos es una alternativa a la agricultura que es agresiva con la tierra y sus productos, que pretende mayores ganancias económicas sin el respeto por los ciclos naturales de la tierra.

De acuerdo con Lorena, un huerto en casa debe estar en una superficie donde los cultivos reciban entre tres y cuatro horas diarias de luz directa del sol.

La composta es un elemento que podemos elaborar en casa y aprovechar los residuos orgánicos generados en el hogar. “En un recipiente grande debemos poner tierra, luego una capa de residuos orgánicos y tierra nuevamente, como si fuera un sándwich, debemos hacerlo hasta llenar el contenedor. El recipiente debe estar tapado para conservar la humedad.”

El suelo vivo tiene millones de microrganismos que nutren a la tierra y los alimentos que produce, “cuando se emplean fertilizantes y agroquímicos están matando a estos microrganismos, entonces cuando comes los frutos de ese suelo, aunque sean de gran tamaño, son bajos en nutrientes”.

La idea de un huerto biointensivo es devolverle a la tierra lo que ella nos dio. La finalidad no es explotarlo sino cultivarlo, darle vida con composta, recobrar esa sensibilidad de entender este proceso vital y cultivar no solo la tierra sino la mente. Los alimentos que cultives serán el resultado de haber cultivado mente y espíritu, aseguró Lorena.

“La agricultura sustentable no debe ser pensada únicamente en términos de producción de alimentos sino de cambiar nuestro estilo de vida y reconectar con los principios y ciclos vitales, reconocernos como seres únicos y maravillosos, parte de un ecosistema”, aseguró.

Asimismo, declaró que en un huerto biointensivo no son necesarios los agroquímicos debido a la existencia de plantas que son repelentes de insectos; por otra parte, la rotación de cultivos permite que el suelo se enriquezca, tome unos nutrientes y deje otros, también podemos nutrir nuestro huerto con composta hecha por nosotros mismos. “La agricultura biointensiva es una recuperación de los saberes ancestrales, el respeto por la tierra, los cultivos y nuestra alimentación.”

Lorena Martínez recomendó comenzar un huerto urbano en primavera debido a las condiciones climatológicas que permiten una buena cantidad de sol para los cultivos. Asimismo, aconsejó comenzar con hortalizas de ciclos cortos, por ejemplo, lechuga (tres meses), rábano (nueve semanas), cilantro (nueve semanas), espinaca (nueve semanas), con la intención de recolectar los frutos en el corto plazo y no perder el entusiasmo por nuestro nuevo huerto.

“Esta pandemia nos ha obligado a quedarnos en casa y lo único que no podemos dejar de hacer es comer. Debemos revisar nuestros hábitos alimenticios y replantearnos lo que consideramos saludable. Existe una estrecha relación entre el sistema digestivo y el sistema inmunológico, un organismo mal nutrido es más propenso a contraer enfermedades”, afirmó.

Finalmente, Lorena Martínez invitó a los lectores de 2000Agro a regresar a lo básico, la forma simple de vivir, consumir, alimentarnos, “nuestra dieta es maravillosa; maíz, frijol, amaranto, recuperemos nuestra cocina tradicional para alimentarnos de manera sana. En cada acción cotidiana debemos tomar conciencia en la forma en que estamos ayudando o deteriorando el entorno, si somos conscientes de ello y cada día hacemos algo a favor de la vida aprendemos la gran lección que nos está dando esta pandemia”, finalizó.

Debido a la pandemia de COVID-19 las instalaciones del Parque Ecológico Xochitla se encuentran cerradas desde el 18 de marzo de 2020 hasta nuevo aviso. Los interesados pueden contactarlos a través de los canales oficiales de comunicación www.xochitla.org.mx, parque@xochitla.org.mx y a los teléfonos 5899 6600 y 55 8049 0293.

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