Tecnología

Alternativas nanotecnológicas del trigo

Por: Redacción 2000 Agro

¿Sabía usted que la mayor parte del salvado de trigo que se genera durante la molienda de este grano es subutilizada y que, sin embargo, tiene un gran potencial para adquirir valor agregado?

Con la intención de optimizar el uso de este producto, el doctor René Balandrán Quintana, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), en Hermosillo, Sonora, pretende crear nanotubos (cilindros con un diámetro del orden de nanómetros o milmillonésimas partes de metro) a partir de proteínas de salvado de trigo.

El salvado es un subproducto de la molienda del trigo que representa el 15 por ciento del peso del grano y que con frecuencia es destinado al consumo animal. En ocasiones este producto también es añadido en diferentes alimentos para seres humanos por su alto contenido en fibra; sin embargo, su ingesta excesiva no es recomendable pues impide la absorción de algunos nutrientes, explicó el investigador.

No obstante, el salvado también tiene un alto contenido en proteínas las cuales podrían emplearse para elaborar contenedores de fármacos, o nutrientes, que les ofrezcan protección a estas partículas desde el procesamiento, consumo, e incluso hasta antes de la absorción.

Para tal efecto, el equipo de trabajo del CIAD, perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), extrae del salvado de trigo las fracciones de proteínas solubles en agua y en soluciones salinas: albúminas y globulinas.

Balandrán Quintana detalló que el método de extracción que utilizan es relativamente simple, ya que consiste en poner el salvado, desgrasado y previamente molido, en contacto con agua o solución salina.

Después de ello, con ayuda de un ácido inducen la precipitación isoeléctrica de las proteínas (sedimentación de las moléculas cuando el número de cargas positivas es igual al de las negativas), las que finalmente son sometidas a un proceso de desalado y secado. Del polvo que obtienen producen fragmentos de proteína.

Tras la hidrólisis controlada de este material (fragmentación de la proteína en agua) descubrieron que se forman agregados con un peso molecular mayor al original. “Eso de entrada nos permite inferir que las nanopartículas pueden estar en formación”, dijo.

A decir del científico, las proteínas del salvado son ricas en dos aminoácidos, los ácidos aspártico y glutámico que desarrollan una carga iónica negativa a pH neutro; por lo que si al medio de hidrólisis se agrega un ión divalente (dos cargas) como el calcio, éste puede actuar como un puente entre ambos y construir la estructura nanométrica.

Balandrán Quintana expuso que los fragmentos de proteína empleados deben tener el mismo tipo y número de aminoácidos para que la formación de agregados sea ordenada.

Una vez que logren esta formación de estructuras, deberán caracterizarlas; es decir, determinar la forma, tamaño y propiedades físicas para poder proponer un uso.

No obstante, aseguró que compuestos similares obtenidos de las proteínas de la leche presentan potencial para ser usados como agentes de encapsulación de fármacos, o en la elaboración de geles que permitan crear material para empaques biodegradables.

Cabe señalar que este proyecto fue apoyado en una primera etapa por el programa de apoyo a investigadores en proceso de consolidación de Conacyt, y está en revisión una segunda propuesta en la Convocatoria de Ciencia Básica del mismo organismo.

* Con información de la Agencia ID

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