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Cubiertas vegetales en viñedos controlan producción y calidad de la uva

El empleo de una cubierta vegetal puede ser una herramienta que disminuye la disponibilidad de agua de la viña y además reduce el riesgo de erosión inherente a los suelos en pendiente, que en muchas ocasiones están sometidos a numerosos laboreos de mantenimiento

VITORIA-GASTEIZ, PAÍS VASCO.— El centro tecnológico Neiker-Tecnalia investiga la influencia que tiene la utilización de una cubierta vegetal temporal y diferentes dosis de riego —en suelos de vaguada y pendiente característicos de Rioja Alavesa— sobre la producción, el vigor de las vides y la calidad de la uva y el vino.

Los primeros resultados muestran una reducción de la disponibilidad hídrica del viñedo, que se refleja en una disminución de la producción y vigor, así como en una mejora de los parámetros de calidad en mosto y vino. El conjunto de conclusiones del estudio puede ayudar al viticultor a conocer mejor su viñedo y modificar sus prácticas de cultivo, con el objetivo de obtener la mejor calidad posible.

Una adecuada gestión del suelo y del riego es fundamental en la viticultura actual por la importancia del estado hídrico del viñedo en la calidad del vino, y por el impacto ambiental que ocasionan las labores de mantenimiento en los suelos vitícolas.

El ensayo se llevó a cabo durante 2008 en una parcela de Rioja Alavesa (Bodegas y Viñedos Zuazo y Gastón), perteneciente a la Denominación de Origen Calificada Rioja (DOCa).

Se trata de un viñedo de variedad Tempranillo y conducido en cordón doble en espaldera. Se identificaron dos tipos de suelo característicos de Rioja Alavesa: un suelo en pendiente con una profundidad media de 70 cm y altamente expuesto a erosión, y un suelo en vaguada con una profundidad media de 150 cm que tiende a la acumulación del suelo erosionado de la misma calle.

El ensayo estudió cómo diferentes prácticas de manejo afectaban a la producción, al vigor y calidad de la uva y al vino obtenidos. Se probaron diferentes dosis de riego y dos mantenimientos de suelo: laboreo convencional e implantación de una cubierta vegetal temporal.

El laboreo consistió en cinco pases anuales de maquinaria para limpieza de hierbas adventicias y aireación de suelo, mientras que la cubierta estuvo formada por un cultivo de cebada en las calles del viñedo, de forma que compita con la viña y proteja el suelo frente a la erosión.

En la investigación se implantaron cinco tratamientos distintos: “pendiente con laboreo convencional y riego habitual”; “pendiente con cubierta vegetal de cebada y riego habitual”; “pendiente con laboreo convencional y mitad de dosis de riego”; “vaguada con cubierta vegetal sin riego” y “vaguada con laboreo convencional sin riego”.

Personal de Neiker-Tecnalia realizó un seguimiento en profundidad del cultivo, midiendo el peso de madera de poda (relacionado con el vigor), la producción y el peso de la baya, en vendimia. Además, se tomaron medidas de diámetro total del pámpano y del potencial hídrico del tallo al mediodía solar, para observar el crecimiento y el estado hídrico del cultivo.

Asimismo, se analizaron parámetros de calidad en mosto, como el grado probable de alcohol, acidez total, ácido málico, ácido tartárico y pH, y parámetros de calidad relacionados con el hollejo, ya en el vino: intensidad colorante, índice de polifenoles totales, antocianos y potasio.

En cuanto a los resultados obtenidos, cabe destacar que el tratamiento de “vaguada con laboreo y sin riego” presentó los mayores valores de vigor, producción y peso de baya, y menores valores en grado probable y pH (la acidez fue mayor), y niveles más bajos en los parámetros de calidad en vino, destacando significativamente el índice de polifenoles totales.

Por contra, el tratamiento de “pendiente con cubierta vegetal y riego” ofrecía los valores más altos en cuanto a parámetros de calidad del vino y los más bajos en productividad.

En este ensayo, debido principalmente a su marcada diferencia topográfica, se apreció durante todo el ciclo del cultivo más humedad en la zona de vaguada que en la zona de pendiente. En este sentido, el crecimiento del diámetro del pámpano y la medida de potencial hídrico así lo certifican, llegando incluso a registrarse niveles de estrés hídrico en el tratamiento de “pendiente con cubierta vegetal y riego”.

De forma general cabe señalar que, excepto para la acidez, los parámetros tenidos en cuenta en este estudio son similares en los tratamientos de “pendiente con laboreo y riego” y “vaguada con cubierta vegetal sin riego”. De este modo, un suelo con un menor potencial cualitativo como es el suelo de vaguada puede producir uva de similar calidad que la zona de suelos de pendiente, que en principio produce uvas de mayor calidad.

Por tanto, la introducción de cubiertas vegetales puede llevar a un mejor control productivo y a una homogeneización de la calidad, un resultado que puede ser de interés para el viticultor con el fin de lograr una mejor planificación y gestión de sus parcelas de cultivo.

Con los resultados obtenidos se comprueba que el control del viñedo es un factor determinante en la calidad final de la uva y el vino. El empleo de una cubierta vegetal puede ser una herramienta que disminuye la disponibilidad de agua de la viña y, además, reduce el riesgo de erosión inherente a los suelos en pendiente, que en muchas ocasiones están sometidos a numerosos laboreos de mantenimiento.

2000 Agro (Con información del Instituto de Investigación Agraria Neiker-Tecnalia)

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