Tecnología

Diseñan extractor de veneno de abeja que las protege

Efectos causados por el cambio climático han llevado al borde de la extinción a gran cantidad de flores y animales, que han visto modificadas las condiciones de sus hábitats naturales

Una de las especies más vulnerables de nuestro tiempo es la abeja, la cual lucha por su existencia ante diversas amenazas: depredadores naturales, el uso indiscriminado de pesticidas, la destrucción de su hábitat y la alta demanda de productos de la colmena como la apitoxina.

Protegerlas en todos los aspectos se ha convertido en un tema prioritario para el ser humano, una idea que el alumno de Ingeniería en Telecomunicaciones, Sistemas y Electrónica (ITSE) de la FES Cuautitlán, Felipe Romano Rodríguez, tuvo en mente al diseñar un dispositivo que funciona a base de energía solar y sirve para extraer el veneno de las abejas sin que estas mueran en el proceso.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) estima que de 100 especies de cultivos, dentro de los cuales se encuentra casi el 90 por ciento de lo que consumimos, crecen por efecto de la polinización de las abejas. Si desaparecieran, los modelos de desarrollo y crecimiento económicos actuales se verían radicalmente modificados y se desataría una crisis alimentaria.

Así que con la intención de preservar a estos insectos, a petición del doctor Tonatiuh Alejandro Cruz Sánchez, responsable del Laboratorio de Bioprospección Microbiológica de Propóleos de la UIM, el grupo liderado por el doctor Víctor Hugo Hernández Gómez, encargado del Laboratorio de Energías Renovables (LER) de la misma Unidad, creó un extractor de veneno de abeja que tiene las características antes mencionadas.

Tradicionalmente, el veneno o apitoxina era extraído directamente de las glándulas de la abeja o haciéndola picar una determinada superficie para que el agujón se desprendiera de su cuerpo. En ambos casos se provocaba su muerte.

Sin embargo, hoy en día las estimulaciones eléctricas a las que son sometidas no la sacrifican, pues una pequeña, pero suficiente corriente eléctrica, basta para que la abeja deposite el veneno en un cristal. El desarrollo del Laboratorio de la FES Cuautitlán se distingue por extraer la sustancia por medio de este método y por usar la energía del sol como principal fuente de funcionamiento.

El dispositivo elaborado por Romano Rodríguez está diseñado para utilizar la energía emitida por el sol mediante un sistema de alimentación que funciona a base de celdas (que transforman la luz en electricidad), las cuales abastecen de manera regulada a una batería.

Lo anterior fue primordial para el proyecto debido a las dificultades que hay para proveer de electricidad a ciertos lugares del país, lo que limita en cierto modo el uso de artefactos que funcionen con este recurso.

La abeja interactuará con el instrumento para recibir las descargas y depositar el veneno sobre una superficie de vidrio. Este será llevado posteriormente a un proceso de raspado a fin de recopilar la sustancia.

De momento, se busca implementar este extractor en los apiarios de la FES Cuautitlán una vez se concluya completamente el diseño del prototipo para beneficio de la investigación y la docencia que ahí se realiza. Sin embargo, en algún momento podría acercarse a los productores para modernizar sus procedimientos de extracción de apitoxina.

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