Tecnología

Energía solar para el campo

La creciente utilización de energías alternativas puede mejorar la rentabilidad de las empresas en el medio rural al permitir el uso de maquinaria y equipos en zonas en donde no se tiene acceso a la electricidad

José Alonso Ramos Novelo*

La rentabilidad de las empresas exige de una mayor eficiencia en los procesos productivos, de la obtención de los mejores precios de venta posibles, así como de lograr bajos costos de producción por unidad obtenida. El campo no está exento de estas condicionantes.

La creciente utilización de energías alternativas, como la solar, puede mejorar la rentabilidad de las empresas en el medio rural al permitir el uso de maquinaria y equipos en zonas en donde no se tiene acceso a la electricidad y en donde el llevar este servicio a grandes distancias resulta demasiado costoso.

Además, reduce los costos actuales de la electricidad mediante la instalación de sistemas fotovoltaicos que generan la energía necesaria para los procesos productivos de las empresas, al instalar paneles solares e inversores interconectados a dichos equipos y al cableado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Con esto, el productor tendrá ciclos en donde sus paneles generarán mayor electricidad que la que consume (entrando a la red de CFE y donde el medidor gira en sentido contrario) y otros en donde el consumo será mayor, por lo que en un periodo determinado de tiempo tendrá un balance entre lo generado y lo consumido, pudiendo ser su saldo (y su pago) prácticamente de cero.

Como ejemplo de esto, se puede citar a una empacadora de hortalizas ubicada en Zamora, Michoacán. De acuerdo con la información disponible, esta empresa presenta un consumo bimestral de dos mil 700 kilovatios hora y un pago promedio de nueve mil pesos.

Sin embargo, cuenta con una insolación de 5.51 kilovatios hora por metro cuadrado al día, lo que significa que para generar la energía requerida se necesita de la instalación de un sistema fotovoltaico de 40 paneles y dos inversores de cinco mil vatios con un costo total cercano a los 500 mil pesos.

De esta forma, al adquirir los equipos necesarios, mismos que pueden ser financiados por FIRA y por el FIDE, en sólo cinco años se estaría recuperando la inversión, pero los beneficios se tendrían por un periodo de 20 a 25 años.

Por lo anterior, no cabe duda de que adoptar energía solar en el campo permite reducir costos de producción, cierta independencia energética, así como preservar el medio ambiente. Nada mal para quien busca mejorar la rentabilidad.

* José Alonso Ramos Novelo es especialista de la Subdirección de Consultoría en FIRA. jaramos@fira.gob.mx

Fuente: Agronegocios en perspectiva

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