Tecnología

Explotan residuos de nixtamal

Durante el proceso de nixtamalización se producen aguas residuales conocidas como nejayote, las cuales contienen una mezcla rica en compuestos orgánicos

México.─ Durante el proceso de nixtamalización se producen aguas residuales conocidas como nejayote, las cuales contienen una mezcla rica en compuestos orgánicos y cuya disposición suele representar un problema para las empresas del ramo.

Sin embargo, en el mercado existe una tecnología que no sólo trata el efluente, sino que permite obtener productos de alto valor agregado, como el ácido ferúlico, que tiene aplicaciones en diferentes industrias.

El ingeniero Jorge Selim Asaff, ejecutivo de la compañía Biokab, poseedora de esta tecnología, explicó que en un primer paso, el nejayote debe estabilizarse para después pasarlo por un medio que adsorba el ácido ferúlico y lo separe parcialmente de los demás componentes.

Luego, el compuesto es purificado por medio de cristalización, proceso que se repetirá si se desean altos grados de pureza.

Cabe señalar que durante el proceso de obtención del ácido ferúlico también se separan algunos derivados, como son el ácido cumárico (se encuentra en la pared celular vegetal), arabinoxilanos (polisacáridos presentes en el pericarpio del maíz) y otros compuestos fenólicos que también esperan explotar; sin embargo, aún está en desarrollo la tecnología para purificarlos.

Indicó que el ácido ferúlico obtenido es utilizado en la elaboración de productos nutracéuticos para seres humanos y animales, gracias a sus propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antiinflamatorias, entre otras.

Asimismo, señaló que este compuesto puede ser empleado para producir vainillina, el saborizante de mayor consumo en el mundo, gracias a un proceso de biotransformación que tiene patentado Biokab en México y cuyo registro en Europa y Estados Unidos está en proceso.

Por su parte, el doctor Alí Asaff Torres, científico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y autor de las patentes de Biokab, expuso que para crear el proceso de biotransformación para la obtención de vainillina fue necesario emplear cepas patentadas de microorganismos por cuyo uso se tendrá que pagar cuando se inicie la producción comercial.

En función de ello, la empresa decidió buscar en México las herramientas biotecnológicas adecuadas (microorganismos) para desarrollar el proceso de manera propia. Para ello impulsó la creación de la Alianza Estratégica y Red de Innovación (AERI) para el aprovechamiento de la biodiversidad microbiana de las zonas cálidas.

En esta AERI, apoyada por el Conacyt, participan cinco empresas con el respaldo del CIAD y los centros de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del estado de Jalisco (CIATEJ), en Biotecnología Aplicada (CIBA) del IPN y el Centro de Ciencias de Sinaloa. Así como la Universidad de Guadalajara y las autónomas de Nayarit y Sinaloa.

Liderada por Biokab, esta alianza definió cuatro líneas estratégicas de trabajo a partir de estudios de mercado, prospectivos y de inteligencia tecnológica, los cuales son: saborizantes naturales, colorantes naturales, esterasas o enzimas para química fina, bioplaguicidas y biofertilizantes.

Asaff Torres comentó que decidieron enfocarse en los microorganismos de las zonas extremas porque su mecanismo evolutivo los ha obligado a desarrollar una serie de habilidades para sobrevivir en estos ambientes, cualidades que podrían explotarse en las diferentes líneas de trabajo.

Añadió que han concluido la articulación de la AERI y que están desarrollando dos proyectos aprobados por el Conacyt y tienen en puerta otros diez en espera de financiamiento.

Fuente: Agencia ID

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