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Kilimo llega para mejorar eficiencia del riego con menos recursos

El agua es un recurso limitado. Se debe optimizar su uso y determinar cuándo y cuánto regar

Ciudad de México, 25 de junio de 2021.— Con el paso de los años, se ha hablado de la “Megasequía” en América Latina impulsada por el calentamiento global y las condiciones climáticas derivadas de catastróficos incendios forestales y la reducción de la capa de nieve. La sequía a la que se enfrenta especialmente México es un fenómeno que con cada visita deja una estela de emergencias y daños. Algunos climatólogos prevén que este panorama actual provocará a un no tan largo plazo una sequía extrema mucho peor que cualquier otra que se haya documentado. La localización y su clima hacen a México especialmente vulnerable de tener épocas de escasez de lluvias y épocas húmedas. Sobrevivir a la temporada seca depende de la cantidad de agua que consiga acumular los meses que llueve.

Según estimaciones de la Naciones Unidas, la población mundial podría crecer un 20 por ciento para 2050, generando la necesidad de producir cultivos en mayor cantidad, pero con recursos naturales cada vez más escasos. La agricultura es una de las industrias más importantes y costosas en toda Latinoamérica, la de mayor nivel de consumo de agua y la que presenta un gran desafío en un eficiente manejo de riego. Esta industria utiliza el 70 por ciento de toda el agua que se extrae de acuíferos, ríos y lagos, comparado con un 20 por ciento por parte de la industria y un 10 por ciento utilizado para usos domésticos.

México, con una disponibilidad de aproximadamente cuatro mil metros cúbicos por habitante al año (m3/hab/año) se sitúa cerca del nivel considerado como crisis hídrica de dos mil m3/habitante/año. Escasez, contaminación, conflictos por el agua, deterioro ambiental de cuencas y acuíferos, son los cinco retos que México enfrenta para garantizar el agua a sus habitantes. Casi el 76 por ciento de su agua disponible para consumo humano se destina a la producción de alimentos. De las 22 millones ha con agricultura, aproximadamente el 29 por ciento se encuentra bajo riego, aportando más de la mitad de la producción agrícola nacional. No obstante, la eficiencia en el uso del agua en este sector es apenas del 46 por ciento y es aquí donde se genera 62 por ciento de las aguas residuales del país.

Existe una creciente concientización sobre implementar las prácticas agrícolas. El riego eficiente no solo tiene resultados positivos ambientales y sociales, sino que también mejora la rentabilidad de los agricultores de todo el mundo. Todo productor busca alcanzar la máxima calidad y rendimientos posibles, sin embargo las pérdidas por cuestiones climáticas, la falta de capacitación, los altos costos de insumos y la pérdida de fertilidad del suelo, son solo algunos de los obstáculos a los que se enfrentan los productores en la industria agrícola. Las nuevas tecnologías tienen la capacidad de mejorar la recopilación de datos y la exploración de otras formas de mantener prácticas sostenibles así como el ahorro de recursos para los productores.

Kilimo, empresa de agtech, ha desarrollado una herramienta integral para el monitoreo y gestión del riego que permite medir y reducir el uso de agua. La plataforma funciona como un balance hídrico automático, que se alimenta de datos satelitales, climáticos y del suelo. Primero, analiza el suelo. Luego, recoge información climática proveniente de estaciones meteorológicas cercanas al campo. A partir de allí, modela la evapotranspiración potencial específica para cada caso. Con cinco satélites monitorea cada sector de riego y a través del índice de NDVI genera un coeficiente de cultivo propio para cada sector de riego, es decir, ajustado temporal y espacialmente. De esta manera, el productor es capaz de:

  • Monitorear el estado hídrico de sus cultivos, desde cualquier lugar y en cualquier momento.
  • Controlar la operación y diseñar un plan de riego basado en datos validados.
  • Ser eficiente en el uso de recursos y reducir los costos de producción mediante ahorro en agua, fertilizantes y energía.
  • Ser parte de un grupo cada vez más grande de productores que apuestan por la tecnología.
  • Alcanzar metas de sostenibilidad y dar un paso hacia adelante en materia de certificaciones (de huella hídrica o de carbono, por ejemplo).

“Impulsamos la democratización de la gestión inteligente del riego a partir de una herramienta que permite a cualquier agricultor del mundo que posea un smartphone recibir y ejecutar recomendaciones que generarán, en promedio, un 20 por ciento de ahorro del recurso hídrico a un costo entre tres y cinco veces menor que otras opciones en el mercado”, explicó Rodrigo Tissera, cofundador y gerente de Nuevos Negocios de Kilimo.

Kilimo aterriza en nuestro país con la intención de hacer más eficiente y mejorar el riego, cuidando el recurso más importante y los niveles de producción en cultivos de aguacate, uva de mesa, arándano, y cítricos, entre otros. En México la tecnificación de riego es una realidad, pues ocupa el sexto lugar mundial en este rubro y hay un millón 100 mil hectáreas bajo riego tecnificado. Los estados que más emplean el riego tecnificado son Chihuahua, Veracruz, San Luis Potosí, Coahuila, Yucatán, Sinaloa, Michoacán, Jalisco y Zacatecas.

Cabe señalar que uno de los grandes diferenciadores de Kilimo es que han enfocado el corazón de su servicio en el equipo de soporte que acompaña y capacita a los agricultores semana a semana en la utilización del sistema y su valor. Todos los integrantes de soporte son ingenieros agrónomos y tienen una comunicación constante y fluida con los productores. Asimismo, Kilimo cuenta con su propia Academia de Riego, un espacio virtual y gratuito de intercambio de conocimiento, prácticas con especialistas en riego y productores. Todo esto es con el objetivo de crear conciencia del uso del agua, informar y aprovechar la digitalización y las nuevas tecnologías para hacer la agricultura más eficiente.

Es tiempo de que la agricultura y otras industrias, comiencen a reconectarse con la realidad física y socioeconómica de este recurso, así como su importancia para todos los ecosistemas y seres vivos del planeta. Hay que hacer una apuesta decidida por la innovación y Kilimo se encuentra a la vanguardia mundial y lleva ahorrados más de 30 billones de litros de agua en 75 mil hectáreas monitoreadas en Latinoamérica.

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