Este sistema permitiría recuperar más de 140 millones de hectáreas de suelos erosionados y desérticos
Redacción 2000 Agro
México.─ La siembra aérea de semillas forrajeras en grandes extensiones dedicadas al pastoreo de ganado permitiría recuperar más de 140 millones de hectáreas erosionadas y de zonas desérticas, inclusive, señaló el director del Centro Internacional para el Aprovechamiento de Agua de Lluvia, del Colegio de Posgraduados (Colpos), Manuel Anaya Garduño.
Además de restaurar la cubierta vegetal de suelos desérticos y erosionados, esta tecnología representa una excelente opción para la siembra de especies forrajeras como la coquia, leguminosa con alto contenido de proteínas y con gran capacidad de adaptación a climas templados fríos y con escasa precipitación, precisó el investigador del Colpos.
La coquia se desarrolla en un lapso de entre 70 y 80 días; en zonas con niveles de precipitación de entre 250 y 300 milímetros y una densidad de semilla de 1.5 kilogramos por hectárea. Por ello, el esquema de la siembra aérea es lo más recomendable para aprovechar grandes extensiones desprovistas de vegetación, apuntó Anaya Garduño.
La siembra aérea —utilizando helicópteros o avionetas— permite cubrir bandas de entre 50 y 100 metros de ancho; bajo condiciones de temporal, este sistema exige que las siembras sean oportunas, sobre todo en regiones con distribución irregular de lluvias, a fin de aprovechar integralmente la humedad aprovechable en los cortos periodos de lluvia.
El especialista del Colpos destacó que el esparcido aéreo de pequeñas semillas permite la siembra uniforme, en pocas de horas, de cientos de miles de hectáreas, como ya se ha hecho en Sonora, con la siembra de zacate “buffel”; en la zona costera de Veracruz y Campeche, donde se ha sembrado arroz, y en Oaxaca, con especies forestales.
En el caso de la coquia, comentó que se ha propuesto experimentar la siembra de esta semilla en la región del ex lago de Texcoco, donde se podrían sembrar alrededor de ocho mil hectáreas de la leguminosa que, además de ser tolerante a la salinidad, permite obtener forraje con alto contenido de proteína y cuya harina puede utilizarse como materia prima para fabricar alimentos balanceados.
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