Agua se pierde por fugas en las redes de distribución
Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, destacó que alrededor del 35 por ciento del agua que abastece al Valle de México se pierde por fugas en las redes de distribución.
Refirió que de los 63 metros cúbicos por segundo que llegan, se desperdician 21.5 metros cúbicos. “El nivel de fugas es alarmante”, advirtió a propósito de los cortes en el suministro, anunciados para fin de mes.
Ana Rosa Moreno Sánchez, experta en salud pública de la Facultad de Medicina (FM), afirmó que 88 por ciento de los casos de diarrea son causados por agua contaminada, que genera también gastroenteritis, fiebre tifoidea, cólera y hepatitis A, entre otras enfermedades; en este sentido, pidió tomar medidas para evitar que los microbios contaminen este recurso.
Perló Cohen consideró que los cortes en la capital del país y en 13 municipios mexiquenses, del 31 de octubre al 3 de noviembre, serán cada vez más frecuentes y prolongados. Así lo demuestra la tendencia histórica de la última década y las graves afectaciones del sistema Cutzamala, uno de los diez sistemas más grandes, complejos y costosos del mundo.
Mencionó que el sistema Cutzamala tiene un consumo de energía de dos mil 200 millones de kilovatios hora (kWh) al año, equivalentes al tamaño de una ciudad como Puebla.
El caudal promedio que suministró al Valle de México en el periodo 2006-2012 fue de 14.5 metros cúbicos por segundo: la aportación para uso público en el Estado de México fue de 5.5 metros cúbicos por segundo y para la CDMX de 9.03 metros cúbicos por segundo.
Es fundamental un uso más eficaz y sostenible de los abundantes recursos propios, disponibles dentro de la cuenca, que son de 40 metros cúbicos por segundo, indicó.
El Cutzamala, remarcó el universitario, necesita urgentemente de servicios de mantenimiento en su almacenamiento y conducciones, plantas de bombeo, instalaciones eléctricas y planta potabilizadora.
De no tomar las medidas adecuadas, alertó, mañana estaremos más cerca de vivir el “día cero” que padeció Ciudad del Cabo (Sudáfrica) este año: faltará agua de manera permanente, prolongada y aguda.
