AGROINDUSTRIA
N
uestro planeta azul se está volviendo “viscoso y verde”,
principalmentepor la liberaciónal ambientede toneladas
denutrientes sintéticosen formade fertilizantesquímicos
que se usan en la agricultura industrial, advierte el documento
Zonas muertas: los ecosistemas del mundo amenazados por la
contaminacióncon fertilizantes
, elaboradopor los investigadores
OmarArellano,ErnestoGarcía,KirstenThompsonyReyesTirado,
encoordinacióncon laorganizaciónambientalistaGreenpeace.
Deacuerdocon la investigación, otros impactoscausadospor
actividades humanas como el cambio climático, la quema de
combustibles fósiles, lacontaminación industrial y laproducción
intensiva de ganado están inclinando la balanza y convirtiendo
inhabitablesmuchas de las áreas de nuestrosmares.
La contaminación por nutrientes –apunta el informe de Gre-
enpeace– está poniendo en peligro nuestro acceso al agua
potable en el futuro, debido, en parte, al impacto de los Floreci-
mientos Algales Nocivos (FAN) y a la formación de zonasmuer-
tasextensasypersistentes.El aguadulceesesencial para lavida
humana y un recurso gravemente amenazado a nivel mundial.
Por: Redacción 2000 Agro
Foto: Especial
amenaza para
los ecosistemas
Contaminación
por fertilizantes,
Cada vezmás lagos, ríos y sistemas estuarinos se handegra-
dado con FAN y zonas muertas debido a un aumento en el uso
de fertilizantesquímicos, laproducciónganadera, yel desarrollo
de laacuicultura intensiva. Delmismomodo, lasaguascosteras
ymarinas están siendo afectadas por la proliferación de algas y
zonasmuertas que limitan la vidamarina y destruyen la pesca y
la biodiversidad.
Los nutrientes que, con o sin intención, liberamos en el medio
ambiente contaminan el agua y promueven el crecimiento an-
tinatural de algunas especies de algas. Este proceso se deno-
mina eutrofización y su efecto es el florecimiento de algas. Los
florecimientosdealgasquecausan losmayores impactosen los
sistemas ecológicos, y a veces en las personas, son conocidos
como Florecimientos AlgalesNocivos, o FAN.
Cuando éstos persisten, el oxígeno disuelto de forma natural
en el agua se agota y vivir en esta “zona muerta” se vuelve muy
difícil para muchos organismos. Estas áreas quedan casi des-
provistas de su biodiversidad y tienen consecuencias ambien-
tales y económicas graves.
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