BIOTECNOLOGÍA
Tecnología bioinformática
podría salvar a las hortalizas
de hongos dañinos
México.—
Cultivos como pepino, sandía,
calabaza y melón se ven afectados por
los hongos
Pseudoperonospora cuben-
sis
y
Pseudoperonospora humuli
, los que
producen la enfermedad Mildiu velloso.
Anteello,porprimeravezseusatecnología
bioinformática que permite identificar los
genesdedichospatógenos,afindedefinir
el tratamiento idóneoparaatacarlos.
Conmásdedosañosde investigación,
el propósito es entender a nivel genómi-
co cuáles son las diferencias entre estos
hongos. Si se identifican genes expresa-
dos en un hongo pero en otro no, funcio-
nan como marcadores que permitirán
aplicar el tratamiento idóneo en este tipo
de cultivos, señala la doctora en biotec-
nología vegetal Elsa Góngora Castillo,
quien trabaja en laUniversidad Estatal de
Carolina del Norte.
Ahí, platica la mexicana, colabora en
el análisis informático para el estudio de
identificación de los hongos que afectan
a la familia de plantas cucurbitáceas (pe-
pino, calabaza, melón, sandía) con el fin
de entenderlos.
“Es un poco como las enfermedades
humanas pero en plantas, entender el
patógeno y su interacción con la planta
para desarrollar unametodología funcio-
nal a fin de curar a las plantas afectadas”,
enfatiza la especialista en genómica de
plantas.
La investigadoraexplicaquebuscande-
finir regímenesalternativosaaplicar enpe-
pino,calabaza,melónysandía;másalláde
losconvencionales, como los fungicidas.
LaenfermedadMildiuvellosoqueafec-
ta a estas plantas se produce por infec-
ciónconhongos; por ello, la investigación
consiste en analizar sus diferencias. Pri-
mero se colectan muestras de hojas de
dichas plantas para hacer cultivos
in vitro
que aíslen a los hongos; posteriormente
extraen el ADN (ácido desoxirribonuclei-
co) y el RNA (ácido ribonucleico) de los
hongos para secuenciarlos a través de
un Sistema de Secuenciación Masiva
que permite la generación de más de 15
millones de secuencias de DNA o RNA
a bajo costo, y que a través del análisis
bioinformático de estas secuencias se
puede determinar la expresión de genes
o lapresenciaoausenciadegenes en los
genomas de una especie contra la otra.
“Aquí entrami análisis informático. Con
las secuencias de los patógenos, iden-
tifico los genes y su nivel de expresión;
en otras palabras, para estudiar genes,
comparo dos de ellos, en este caso los
genes de
Pseudoperonospora cuben-
sis
contra
Pseudoperonospora humuli
,
observo cuántas secuencias hay para
un determinado gen de P. cubensis y
cuántas hay para el mismo gen de P. hu-
muli; si hay una diferencia en el número
de secuencias, decimos que ese gen
está expresado o reprimido; o si el gen
estápresenteonoen el genoma”, detalló
la doctoraGóngora.
Actualmenteseestáncorroborandoen
el laboratorio los resultadosobtenidosdel
análisis informático y el equipo de investi-
gadores busca beneficiar a agricultores
estadounidenses con el cuidado de sus
cultivos. Prevén que este análisis ayude
en lacreacióndemodelosdeestudioque
permitan entender otros fenómenos a
gran escala.
“Nuestro modelo se puede replicar en
cualquier otro lugar, enMéxico por ejem-
plo, sin embargo creo que hace faltamu-
cha inversión en ciencia, que nos volteen
a ver y, sobre todo, una vinculación sólida
entre la industria y la ciencia”, finalizó la
doctora ElsaGóngoraCastillo.
(Agencia InformativaConacyt)
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