Agricultura Protegida

FAO, facilita herramientas para captación del carbono orgánico

Qu Dongyu, director general de la FAO, señala que los suelos sanos son vitales para unos sistemas agroalimentarios sostenibles

Ciudad de México, 20 de septiembre de 2021.— La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) presentó dos instrumentos prácticos destinados a alentar el mantenimiento y captación del carbono orgánico del suelo, una herramienta fundamental para la acción por el clima.

La captación del carbono implica la eliminación de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera en forma de carbono orgánico del suelo, estando considerada la captura de CO2 en el suelo de un modo eficaz de reducir los gases de efecto invernadero. Puesto que el suelo rico en carbono también es más sano y fértil, puede beneficiar a los agricultores, contribuyendo al mismo tiempo a la consecución de las metas del Acuerdo de París, sobre el cambio climático y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los dos productos dados a conocer en el marco de la iniciativa de recarbonización de los suelos del mundo, son un mapa mundial donde se ilustra cuánto CO2 pueden captar los suelos y en qué lugares (GSOCseq), así como un manual técnico de buenas prácticas para capturar y mantener en los suelos las reservas de carbono orgánico.

“Debemos buscar formas innovadoras de transformar nuestros sistemas agroalimentarios a fin de que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles. Los suelos sanos son críticos para lograrlo”, dijo Qu Dongyu, director general de la FAO, en la sesión inaugural de la novena Asamblea Plenaria de la Alianza mundial sobre los suelos (AMS).

En cuanto órgano decisorio de la AMS, es en esta asamblea plenaria donde se adoptan decisiones estratégicas para impulsar la agenda mundial sobre los suelos. El encuentro virtual, del 8 al 10 de septiembre, se celebra antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que tendrá lugar en Glasgow a finales de este año. Entre los ponentes principales que asisten de modo virtual a la reunión debido a la pandemia de covid-19 figuran Víctor Manuel Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México.

Herramientas prácticas para la recarbonización de los suelos del mundo

La degradación de un tercio de los suelos del mundo ya ha provocado que se liberen a la atmósfera hasta 78 gigatoneladas de carbono, por lo que un mayor daño a las reservas de carbono del suelo debido a una mala gestión de los suelos menoscabaría los esfuerzos para frenar la subida de la temperatura mundial.

A medida que el clima cambie, es probable que se pierda más carbono en la atmósfera del que se captura en el suelo si se mantienen las prácticas agrícolas de siempre, lo que produciría un bucle de retroalimentación entre el carbono del suelo y el clima que podría acelerar más el cambio climático. Preocupan especialmente las zonas críticas, como las turberas, los suelos negros, el permafrost y los pastos, que contienen la mayor cantidad de carbono orgánico del suelo.

La gestión de los suelos de manera sostenible y la rehabilitación de los pastos y los suelos agrícolas degradados pueden, por tanto, ayudar a mitigar los efectos de la crisis climática y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición. Los suelos sanos no solo han resultado ser más productivos, sino también más resilientes a los patrones climáticos cambiantes y a los fenómenos extremos.

La herramienta GSOCseq presentada hoy constituye la primera estimación mundial promovida por los países del potencial de captación del carbono orgánico del suelo en todo el mundo. El mapa resultante ofrece diversos niveles de información, lo que ayuda a los usuarios a visualizar datos cruciales, como las reservas iniciales y previstas de carbono orgánico del suelo conforme a varios supuestos habituales y de gestión sostenible de los suelos, así como las tasas relativas de captación en función de cada supuesto.

Según este mapa, los suelos, si se gestionan de forma sostenible, pueden captar hasta 0.56 petagramos de carbono —o, lo que es lo mismo, 2.05 gigatoneladas de equivalente de CO2— anuales, lo que permitiría compensar anualmente hasta un 34 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de origen agrícola.

El segundo producto presentado por la FAO es un compendio de buenas prácticas para los agricultores sobre la forma de mantener las reservas de carbono orgánico del suelo y de capturar CO2. Fruto de tres años de trabajo colectivo con más de 400 especialistas de todo el mundo, el manual técnico, compuesto por seis tomos, constituye el primer esfuerzo por recopilar buenas prácticas de manejo de suelos, fundamentado en datos científicos fiables sobre las repercusiones de esas prácticas en el contenido de carbono orgánico del suelo en una gran variedad de entornos y usos del suelo.

Desde métodos de rotación de cultivos perfeccionados a lo largo de miles de años hasta técnicas modernas de gestión de los nutrientes, el manual técnico ofrece soluciones prácticas para todo tipo de terrenos y situaciones.

Aunque los suelos y su salud estén bien afianzados en la agenda mundial, los efectos tangibles siguen constituyendo un desafío importante para lograr “una producción, una nutrición, un medio ambiente y una vida mejores para todos, sin dejar a nadie atrás”, indicó Qu Dongyu.

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