Es uno de los beneficios que se obtiene de las tecnologías que promueven los centros de Desarrollo de FIRA
Morelia, Mich. (México).─ Ahorros hasta por 100 mil pesos y considerable incremento de rendimiento en la producción agroalimentaria, son sólo algunos de los beneficios que se obtienen con la aplicación de las tecnologías de invernadero que promueven los centros de Desarrollo Tecnológico de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), a lo largo de todo el país.
Aunque sigue habiendo resistencia por parte de los hombres del campo, las experiencias exitosas han permitido que éstas se vayan adoptando y extendiendo de manera importante en estados como Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Morelos y Baja California, en los cuales ya se están aprovechando como oportunidades de inversión.
Así lo explicaron funcionarios de FIRA, en entrevista para el programa Cambio en el Debate, en donde precisaron que en el caso de Michoacán se están logrando importantes resultados con productos como aguacate, fresa y guayaba.
El jefe del Centro de Desarrollo Tecnológico (CDT) Salvador Lira López, de FIRA, ubicado en la ciudad de Morelia, Noé Gómez Avendaño, señaló que los financiamientos otorgados por la institución tienen que ir de la mano con la transferencia tecnológica; no podemos considerar que el financiamiento se va a recuperar por sí solo, o que por el solo hecho de recibirlo el productor va a crecer”, aseveró. Por ello, se promueve la asistencia técnica para el campo y la capacitación para toda la estructura de la empresa, con el objetivo de que se mejoren los procesos y se lleve a cabo la comercialización de la mejor manera posible.
Gómez Avendaño dijo que el objetivo del CDT está muy enfocado a promover la agricultura intensiva, dentro de la que se encuentra la agricultura protegida, que son los invernaderos; hoy en día, aseguró, el uso de los invernaderos se está convirtiendo en un medio razonablemente viable para que una empresa sea competitiva en el mercado.
Por su parte, Carlos Torres Barrera, especialista del mismo CDT, indicó que la justificación de los invernaderos fundamentalmente está encaminada a que en el interior los cultivos gocen de una condición y un medio ambiente más favorable; la producción en condiciones convencionales, agregó, hace que a cielo abierto éstos se encuentren sometidos a la presión ambiental, las plagas y las enfermedades.
El invernadero, detalló el experto, es como una casa que protege al cultivo; es un espacio cerrado herméticamente donde los insectos no entran y no tienen contacto con él, lo cual permite elevar la productividad y la calidad.
Para ilustrar los beneficios de invertir en estas tecnologías, los funcionarios de FIRA pusieron como ejemplo casos como el del jitomate, que ha tenido importantes resultados. El promedio nacional de producción es de 40 toneladas por hectárea, comentó Carlos Torres, y cuando lo hacemos bajo condiciones protegidas, se logra una producción hasta cinco veces mayor al interior de los invernaderos.
Aunado a esto, agregó, hoy en día el mercado exige más calidad y menores riesgos, desde el punto de vista de la residualidad que pueden tener los productos en cuanto a plaguicidas, por ejemplo, y al ser diferente este proceso, los productos que se obtienen son más sanos.
Noé Gómez hizo notar que a través de las 100 oficinas que tiene FIRA en todo el país, se está trabajando en la promoción de estas nuevas tecnologías. Aunque puede haber todavía cierta resistencia de los productores y empresarios, se trabaja con líderes naturales que se acercan a la institución, aplican los nuevos sistemas en sus lugares de origen, y atraen la atención de otros, generando un efecto en cadena que ha permitido irlos extendiendo en las diferentes regiones.
“Estamos realizando eventos de capacitación muy importantes a toda la estructura de la empresa, desde la gente que maneja los sistemas de riego, los que manejan los fertilizantes, y el propio dueño”, aseveró Gómez. Los mercados existen, las ventanas comerciales también, lo importante es apoyar al productor para que esté en el momento adecuado, en el lugar adecuado, para aprovecharlos.
De acuerdo con el jefe del CDT, la estrategia institucional de FIRA es que todas las tecnologías que están a disposición del productor tienen que contar con tres elementos: ser rentables, ser socialmente responsables y que generen un impacto ecológico nulo.
Puso como ejemplo el caso de la producción de lechuga, que con métodos tradicionales requiere el uso de 134 litros de agua por unidad, y gracias al uso de los sistemas que se promueven, se puede reducir a sólo cinco litros. También está el kilo de jitomate, que requiere de 214 litros de agua en su producción, y que ya se ha demostrado es posible lograrla con entre 35 y 50 litros solamente mediante este método.
Una tecnología más que se está aplicando es la del uso del recirculamiento de fertilizantes, con lo que además de evitar contaminación, los productores llegan a ahorrar hasta 100 mil pesos por hectárea, al recuperar y reutilizar el fertilizante que la planta no ocupa y se iba anteriormente en el riego.
Los funcionarios de FIRA explicaron que en la institución se busca un círculo virtuoso, en el que se ofrece financiamiento a los productores que son sujetos de crédito, sin descuidar la capacitación, y a los que no lo son, se les capacita para que puedan llegar a serlo. Por ello, indicaron, aquellos productores interesados se pueden acercar a la institución y accederán a visitas guiadas, así como a los servicios, ya sea de financiamiento o capacitación que se ofrecen para mejorar sus sistemas de producción.
Fuente: Cambio de Michoacán
