Es necesario un modelo de agricultura ecológica que recoja elementos milenarios e incorpore innovación científica
Es necesario un modelo de agricultura ecológica que recoja elementos milenarios e incorpore innovación científica para garantizar la obtención de alimentos sanos y evitar impactos negativos en agua y tierra, afirmó Sandra Laso Jácome, de Greenpeace.
La responsable de la campaña “Comida sana, Tierra sana” de Greenpeace en México expuso que el actual modelo de producción de alimentos entre los mayas, como es la milpa, es una de las opciones con que se cuenta para atender la demanda de la población de generar alimentos sanos.
Indicó que en el ámbito nacional 39 por ciento de la producción de alimentos depende de la pequeña y mediana agricultura, pese a que el 90 por ciento de los presupuestos de apoyo a la producción del campo se destina a los llamados productores industriales.
Recordó que desde agosto pasado Greenpeace México inició un recorrido por las costas mexicanas, con la presencia del barco “Esperanza” como bandera, a fin de conocer el impacto que tiene el uso de agroquímicos y pesticidas no sólo en el propio campo sino también en el mar, donde finalmente llegan.
Señaló que el recorrido inició en Sinaloa, donde se levantaron muestras de ríos, lagunas costeras y drenes, agua que venía de los campos de cultivo y que llegaba al mar, detectándose sustancias que favorecen la generación de florecimientos de algas.
“Los plaguicidas no sólo han erosionado la tierra y generado impactos en los ecosistemas, sino además el catálogo de plaguicidas no ha sido actualizado en más de una década en México, por ello sobre el glifosato, considerado cancerígeno, no se ha informado de sus efectos en la producción, la gente que lo aplica y consumidores”, sostuvo.
“Tenemos que ponderar la agricultura ecológica frente a un modelo de producción industrial que pone bajo amenaza hábitats de especies como el jaguar, pero también a otras como las abejas que nos ha posicionado como el tercer exportador internacional de miel”, urgió.
Laso Jácome agregó que se buscan acuerdos con gobiernos locales para que “se suban al barco de la ‘Esperanza’”, y plantearles la necesidad “de proteger la tierra sana que existe en el país, así como extender este modelo de producción ecológica, como la que practican las comunidades mayas de Yucatán en sus milpas”.
El esfuerzo, dijo, es a favor de promover la soberanía alimentaria; decidir dónde y cómo producir; definir el papel que se tiene como consumidores; proteger la biodiversidad sin el uso de transgénicos y tóxicos que amenazan tanto recursos naturales como el agua, pero también la salud de las personas.
Fuente: Notimex, imagen
