El chile pertenece al género Capsicum, nombre que proviene del griego Kapsakes, que significa cápsula, el cual incluye 26 especies silvestres y cinco domesticadas; de estas últimas, cuatro están presentes en México. Se reportan 64 tipos diferentes de chile en el país, que se consumen frescos, deshidratados, cocidos o industrializados; esta gran diversidad se ve reflejada en la riqueza culinaria del país.
El chile es un componente primordial de los moles, adobos y salsas que caracterizan la cocina mexicana, a los cuales aporta además del sabor, la textura y el color que los identifica, importantes nutrientes como son vitaminas A y C, carotenoides, fibras y minerales.
Durante los meses de enero, febrero, marzo y diciembre se obtiene la mayor producción de chile seco.
Existen 14 mil 932 predios en el país destinados a producir chile seco, los principales estados donde se encuentran son San Luis Potosí, Zacatecas y Oaxaca.
De acuerdo con cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el 15.5 por ciento de la producción nacional de chile proviene de agricultura protegida y el 84.5 por ciento se cultiva en cielo abierto.
En México existen más de 11 mil 700 productores de chile seco, el número de mujeres que participan en esta labor corresponde aproximadamente al 15 por ciento del total.