Agroindustria

Frijol pinto Saltillo acelera crecimiento con el proceso magnético

El proyecto BIOMAG, uno de los ganadores del Premio Unitec a la Innovación Tecnológica para el Desarrollo Social 2021

Ciudad de México, 19 de octubre de 2021.— Un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Durango, encabezado por Valeria Gamón Ortega, obtuvo uno de los cinco galardones del Premio Unitec a la Innovación Tecnológica para el Desarrollo Social 2021, por su proyecto denominado BIOMAG, que consiste en tratar con ondas electromagnéticas la semilla del frijol pinto Saltillo, logrando una mejor producción pues uno de los efectos principales, es generar un mayor crecimiento en menos tiempo.

BIOMAG —cuyos beneficios impactarán en forma positiva a los campesinos, al sector agrícola mexicano, así como al medio ambiente— consiste en someter semillas viejas de este tipo de frijol a campos electromagnéticos —emitidos por imanes— durante cierto periodo de tiempo. Los campos magnéticos influyen a nivel celular en la vía glucolítica y el ciclo de Kalvin, donde la ATP sin tasa genera más energía debido al reacomodo de electrones. Esta energía es aprovechada por la planta para la asimilación de nutrientes, teniendo un mayor crecimiento en menor tiempo, tallos más gruesos y considerable resistencia a las plagas.

Este trabajo, como se mencionó líneas arriba, es otro de los cinco ganadores del Premio Unitec a la Innovación Tecnológica para el Desarrollo Social 2021, cuya ceremonia de reconocimientos se realizó recientemente y fue encabezada por el presidente y director general de Laureate México, Juan José Hurtado, y por el rector institucional de la Unitec, Alejandro Montano.

BIOMAG es un proyecto innovador ya que no utiliza químicos y emplea semillas viejas que, por ser viejas, tienen un precio menor al de las frescas que están de venta en el mercado.

“BIOMAG es un proyecto de innovación social que ayuda en la productividad del campo mexicano, el electromagnetismo se plantea como una metodología para mejorar e incrementar la producción agrícola; propiciamos la permeabilidad del suelo y la asimilación de nutrientes, también la maduración y el mejoramiento de los procesos metabólicos”, comentó Valeria.

“Nosotros nos enfocamos en evaluar las semillas de frijol pinto Saltillo porque es el que más se produce en Durango, pero este proyecto puede ser aplicable a una gran diversidad de semillas, ya que los campos magnéticos estimulan a cualquier semilla”, señaló.

La estudiante de noveno semestre de la carrera de Ingeniería Bioquímica del Instituto Tecnológico de Durango dijo que el proyecto tiene un enfoque social, ya que es posible ofrecer esta semilla a los campesinos a precios muy bajos.

“Nuestra innovación es social porque es una semilla vieja, aletargada; esta disminuye su velocidad de desarrollo y el método de magnetismo es reactivarla y crear una semilla tratada. Las semillas tratadas del mercado andan alrededor de 250 a 350 pesos, nosotros estamos ofreciendo el kilo de frijol en diez pesos, con lo que estamos apoyando a los campesinos, ya que como se sabe, este sexenio se retiraron los apoyos del gobierno, ahora para los campesinos ha sido más difícil conseguir el recurso y algunos han tenido que retirar sus cosechas”, manifestó Valeria.

Nutrimentalmente, este frijol es una semilla totalmente libre, ya que también disminuye el uso de fertilizantes y químicos, entonces, no solamente apoya al medio ambiente, sino también a los consumidores ya que, se podría decir, se trata de un producto orgánico.

El proceso de plantación de la semilla se lleva a cabo con un bioelectro estimulador. “Así le llamamos nosotros a nuestro prototipo. Colocamos la semilla, viene un proceso de 16 horas y se hace la siembra, esto incrementa la germinación ya que hicimos pruebas y de las diez semillas sembradas solamente dos germinan, pero las que son tratadas germinan seis; hicimos pruebas a nivel laboratorio, después las llevamos a la tierra y lo tratamos a nivel de campo, el resultado fue que aumentamos de un 60 a un 92 por ciento la cosecha”, indicó.

De acuerdo con Valeria Gamón, los beneficios atribuidos al empleo del magnetismo, además de evitar el uso de fertilizantes y químicos, son el ahorro de agua, mayor conservación de la fertilidad y de la permeabilidad del suelo. Además, se ahorra en el mantenimiento de los sistemas de riego y se incrementa la productividad; no se requiere seguimiento ni controles de calidad.

Los estudiantes han estado trabajando en BIOMAG durante al menos dos años, y su plan inicial es llevarlo a las principales cabeceras del estado de Durango, pero si en algún momento se les presenta la oportunidad puede ser escalable en los ámbitos nacional e internacional.

Además de Valeria Gamón Ortega, participaron en el proyecto Daniela Rocha, Dahian Valentín Luna, Andrea de León Bonilla, asesorados por el ingeniero Salvador Rodríguez, docente del Instituto Tecnológico de Durango.

Para los ganadores de este Premio Unitec, el certamen ha sido un proceso gratificante, es un reconocimiento muy positivo en favor de los estudiantes y representa vehículo para dar a conocer su proyecto.

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