Granos y Oleaginosas

¿Bancos de semillas, para qué sirven?

En México existen entre 24 mil y 30 mil especies de plantas con flores, y para recolectar las semillas se regionalizó el país, especialmente las zonas áridas

Conservar las colecciones de semillas en estados óptimos es de vital importancia, sobre todo cuando estas se encuentran en peligro de extinción. Los bancos de semillas buscan el máximo cuidado de ellas en ambientes especiales para su mantenimiento por un largo periodo.

Existe un gran número de este tipo de bancos; en México hay varios, los cuales cumplen muy bien con su función. Uno de ellos se encuentra en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala; es el único en México que se enfoca a plantas silvestres y nativas del país, es decir, no son cultivadas.

Uno de los principales objetivos de este sitio, es conservar la flora silvestre del país, así como hacer investigaciones desde diferentes perspectivas: desde el punto de vista taxonómico, morfológico, geográfico y fisiológico, explica Patricia Dávila Aranda, directora de dicha entidad universitaria.

Los recursos naturales con los que contamos se están perdiendo; algunas comunidades vegetales están en riesgo o altamente amenazadas por la tala inmoderada o la construcción de carreteras, entre otras razones.

No todas las especies son susceptibles de ser almacenadas en un banco de semillas, solo aquellas que tienen un tipo de semilla llamada ortodoxa, las cuales habitan principalmente las zonas áridas y semiáridas; generalmente son pequeñas, resisten la desecación a contenidos de humedad bajos y su almacenamiento a bajas temperaturas, por lo cual pueden mantenerse vivas sin problema.

Otro tipo de semillas son las recalcitrantes, las cuales no sobreviven a la desecación y a bajas temperaturas y por lo tanto, no pueden almacenarse en banco de semillas.

El Banco de Semillas de la FES Iztacala cuenta con dos mil 300 especies aproximadamente. Detrás de ellas hay un trabajo arduo, desde la labor de campo y recolección hasta su resguardo, lo que implica seguir un proceso estandarizado largo y también presupuesto, precisa Patricia Dávila.

Muchas de las semillas conservadas ex situ en este banco están en peligro de extinción y están catalogadas como amenazadas en la NOM-059. Por lo menos 250 plantas del banco están en esa situación; algunas de ellas son las cactáceas, las mamillarias (pequeños cactus globosos), saguaro y candelabros, que son unas especies de gran tamaño.

El Banco de Semillas de la FES nació formalmente en 2003, pero desde 1992 ya se recolectaban varios tipos de semillas con fines de investigación. Este lugar, que es patrimonio de la universidad, no tiene ningún interés comercial; su único objetivo es la conservación y la investigación científica.

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