Conócelas y aprende cómo combatirlas
Los lepidópteros forman una de las familias más hermosas de los insectos porque sus adultos, las mariposas, tienen atractivos colores y formas; sin embargo, en la agricultura son una de las plagas más importantes pues existen algunas especies que se alimentan de lo que plantamos. En esta ocasión, vamos a conocer a las orugas y sus mariposas que devoran nuestros cultivos en la huerta.
Macaón. Es una mariposa diurna de vistosos colores, casi tanto como la oruga. Se alimenta de plantas de la familia umbelífera como el hinojo y también de ruda. Hay muchas especies, la especie más común es Papilio machaon. Esta oruga la podemos combatir con Bacillus thuringiensis aunque con lo bonita que es la mariposa yo la dejaría crecer.
Roscas verdes o pardas. Se conoce por este nombre a las especies Spodoptera littoralis y Spodoptera exigua pues son de estos colores y cuando se sienten amenazadas se hacen una rosca. Son orugas bastante grandes (3 o 4 cm) y devoran muchas especies de plantas como sandía, melón, platanera, tomates, pimientos, lechugas… se podría decir que son polífagas (comen de todo).
El problema de estas orugas es que son nocturnas y se entierran por el día, siendo un poco complicado combatirlas por el método tradicional. Pero existe un método efectivo mediante un cebo alimenticio. Consiste en mezclar un poco de azúcar con afrecho o salvado, bacillus y un poco de agua hasta generar una pasta que se esparce por el suelo alrededor del tallo de la planta.
Rosquilla verde. La especie más común es Heliothis armigera, es una oruga de color verde, amarilla o marrón con franjas amarillas y blancas y alcanzan de tres a 3.5 cm cuando son adultas. Afectan a plantas de la familia solanáceas como tomate, patata, pimiento, aunque también a otros cultivos como col, sandía, melón, judías. Estas orugas se alimentan de hojas pero prefieren las flores y frutos. Se combaten con la bacteria Bacillus.
Lagarta o plusia. Las especies que son llamadas así suelen ser Autographa gamilímetrosa y Chrysodeixis chalcites. Aunque hay muchas especies parecidas en la familia y que se alimentan de lo mismo. Sus orugas son de color verde con una raya lateral blanca. Alcanzan de tres a cuatro cm y las polillas tienen una cresta detrás de la cabeza que las diferencia fácilmente. Son orugas polífagas, se alimentan de casi todo lo que tengas plantado en la huerta. Son muy fáciles de combatir con Bacillus.
Gusanos grises. También conocidas como roscas grises, suelen ser orugas del género Agrotis sp, de color gris claro u oscuro o marrón. Alcanzan de cuatro a cinco cm de largo, son cilíndricas y de piel lisa. Son orugas que viven en el suelo por lo que atacan desde allí, afectando a cultivos como patata, maíz, pimiento, coles, nabos, zanahoria, melón, lechuga… Y en semilleros destruyen las plantas por completo. Se combaten como las roscas verdes, con el método del salvado.
Taladro. Opogona sacchari es una polilla difícil de observar salvo que tengas un alombricompostera pues se suelen caer al lixiviado. Mide 1.5 cm aproximadamente y es de color marrón. La oruga es de color blanco transparente con la cabeza negra. Es una oruga difícil de combatir pues viven en el interior de las plantas como platanera o papayero, se alimentan haciendo galerías bajo la corteza.
Suelen dejar unas galerías llenas de una especie de tela con excrementos. Para evitar que se sientan atraídas hacia el cultivo debemos procurar no hacer heridas a las plantas, ni malos cortes pues es por donde pueden entrar. Evitar materia orgánica cerca del cultivo, pues también las orugas viven en materia en descomposición. Se puede aplicar tratamiento con Bacillus pero no es del todo efectivo.
Polilla del tomate. Es la típica oruga de unos nueve milímetros que vive entre el haz y el envés de las hojas de las tomateras, provocando una transparencia o mancha característica. La polilla mide unos seis milímetros y es de color marrón grisáceo. También puede afectar al tomate, haciéndole pequeñas galerías, y a otras plantas de la familia, patatas, berenjenas o pimientos.
Uno de los métodos más efectivos es la trampa delta con feromonas en su interior, aunque también están las trampas de luz. Algunos depredadores naturales son el Nesidiocoris tenuis y la Trichogramilímetrosa sp.
Polilla guatemalteca. La Tecia solanivora es una de las peores polillas que podrías tener en la huerta porque es difícil de combatir ya que afecta al cultivo de la patata bajo tierra, dejando a los tubérculos completamente inservibles. Es pequeña y de color marrón oscuro.
Los gusanos tienen la cabeza marrón y el cuerpo blanco. Se alimenta haciendo galerías por el interior de la patata. Se puede combatir mediante feromonas, aunque también con medidas culturales como usar semilla que no esté infectada, retirar o quemar las patatas afectadas, si has tenido plaga no vuelvas a plantar patata en un tiempo, dejar siempre las patatas cubiertas con tierra y regar con frecuencia para evitar que puedan entrar por grietas.
Polilla del olivo. Prays oleae es una pequeña polilla de unos seis milímetros de color gris plateado con manchas negras. La oruga es de color crema con dos bandas laterales amarillentas. Afecta al cultivo del olivo. Dependiendo de la época puede afectar haz y envés de las hojas (otoño), de las flores se alimenta la generación siguiente y en junio se alimentan de aceitunas cuando aún son pequeñas.
Se puede combatir mediante medidas culturales como jugando con la humedad relativa, debe ser inferior al 60 por ciento así se secan los huevos, temperatura elevada y baja humedad las orugas que deberían entrar en el fruto no lo hacen. Y mediante depredadores como Chrysoperla carnea, entre otros.
Oruga de la col. Pieris rapae o Pieris brassicae son las mariposas que podemos encontrar en la huerta, son de color blanco ambas y con manchas negras pero sus orugas son diferentes, la de la primera es verde como la hoja de una col y la segunda es amarilla y negra. Cuando veamos a las mariposas deambular por nuestras coles o plantas de la misma familia, debemos aplicar al atardecer o amanecer un tratamiento de Bacillus aunque también contamos con la ayuda de avispas parasitoides que las devoran desde el interior.
