Al mes de febrero se tiene una producción en el ciclo otoño-invierno 2019 de 262.6 mil toneladas
El pepino, Cucumis sativus, es un fruto en baya procedente de una planta herbácea que recibe su mismo nombre. Su tallo principal es anguloso y espinoso, de porte rastrero y trepador, con hojas de color verde oscuro y recubierto de un vello muy fino. Sus flores tienen pétalos de color amarillo.
Pertenece a la familia de las cucurbitáceas, junto con la sandía, melón, chayote, calabaza, chilacayote; siendo el pepino el consentido por su riqueza en agua, vitamina E y aceites naturales, constituye uno de los mejores remedios para el cuidado externo de la piel.
Se recomienda su consumo a quienes desean bajar de peso porque está formado en 95 por ciento por agua y no llega a las 20 calorías por cada 100 gramos; características que lo hacen extremadamente ligero y adecuado para combatir la obesidad.
Contiene un flavonol, antioxidante antiinflamatorio, que favorece la conectividad neuronal, y cuida de nuestro cerebro; es rico en agua y fibra, por lo que ayuda a la digestión y mejora el pH del estómago combatiendo los reflujos.
Pruébalo con un poco de aceite de oliva y sal, ¡verás lo delicioso que queda!
De acuerdo con cifras del avance mensual al mes de febrero publicadas por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción del ciclo otoño-invierno 2019 fue de 262.6 mil toneladas; 46.3 por ciento más que lo obtenido en 2018.
El principal estado productor de este ciclo es Sinaloa. A esa fecha aportó 72.2 por ciento de la producción nacional; 189.6 mil toneladas.