Maíz y cereales, los cultivos más afectados
MÉXICO.— Un millón 100 mil hectáreas de cultivos se perdieron a consecuencia de la sequía que padeció el país en meses pasados, de esa cantidad, sólo se recuperarán alrededor de 200 mil hectáreas por resiembra, aseguró la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA).
“Con la humedad que se recuperó recientemente no alcanzamos a sembrar maíz, pero sí a resembrar cultivos forrajeros como avena con la ayuda de Sagarpa (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Alimentación)”, indicó Octavio Jurado, gerente general de la AMSDA.
La sequía causó daños en los cultivos de maíz y cereales, lo que se tradujo en una sobreoferta de carne, que ocasionó ajustes de entre diez y 12 pesos por kilo de carne para el productor.
Los estados más afectados por la escasez de lluvia fueron Tamaulipas, Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Zacatecas, agregó.
Adicional a la afectación nacional, la producción de Estados Unidos empieza a tener problemas de heladas, lo que ha ocasionado alzas en los granos de entre diez y 12 dólares por tonelada.
Sin conocer el daño, “los precios de 110 y 120 dólares para el maíz son aceptables”, dijo Jurado.
Los efectos más severos en la producción se quedaron atrás.
Ahora los pequeños agricultores tendrán una producción incompleta, y esto se reflejará en un impacto en sus ingresos, además de que el mercado se verá afectado por los precios internacionales, agregó.
Detalló que para atender el problema de la sequía, Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) y Financiera Rural extendieron los plazos de sus créditos para evitar que los productores afectados por la falta de lluvias cayeran en cartera vencida.
En los casos que no tuvieron oportunidad de recuperar nada, se les dio la alternativa de reestructurar su crédito.
En las resiembras también se generó un esquema de financiamiento con el apoyo de FIRA y Financiera Rural.
Los productores afectados fueron indemnizados con el seguro paramétrico, “el cual se activa al momento que el productor recibe menos cantidad de agua de la que recibe históricamente”.
El pronóstico para la próxima temporada es que los periodos de lluvia serán más cortos, pero más intensos, lo que obligará a los agricultores a invertir en almacenamiento de agua y la tecnificación de riego deberá ser un trabajo estructurado en la política pública, señaló el gerente general de la AMSDA.
Fuente: Inforural
