Científicos, organizaciones de productores y ONG pidieron a las autoridades ambientales y de agricultura, por medio de un manifiesto presentado este martes, proteger al maíz mexicano y reforzar la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.
El manifiesto consta de siete puntos básicos. Durante su lectura resaltaron la importancia de considerar el Régimen de Protección Especial de Maíz, como un asunto de seguridad nacional que garantice la conservación de germoplasma.
Nancy Herrera
“El régimen debe construirse con la opinión de las comunidades rurales e indígenas y con la participación de académicos, científicos, consumidores, productores y los diferentes niveles de gobierno”, señaló Catherine Marielle, representante del Grupo de Estudios Ambientales.
Sumado a ello, señalaron la importancia de destinar recursos para asegurar un monitoreo independiente y objetivo sobre el estado de contaminación actual de las variedades criollas de México.
Por su parte la investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM Elena Álvarez Buylla hizo referencia a la importancia de reinstalar la moratoria al cultivo de maíz transgénico en campo abierto “hasta que no se implemente un programa multidisciplinario de protección de la diversidad del maíz mexicano”.
El manifiesto es el resultado del taller de discusión sobre el régimen especial de protección del maíz en la Ley de Bioseguridad, que se realizó el pasado 12 de junio en la Cámara de Diputados.
El legado de más de 300 generaciones de comunidades rurales e indígenas se encuentra en peligro por la existencia de maíces transgénicos utilizados para producir fármacos o sustancias industriales, que pudieran llegar a contaminar maíces destinados para el consumo humano, puntualizó Catherine Marielle.
Fuente: Teorema
