Agroindustria

Nutrir y multiplicar producción

“Las soluciones nutritivas deben aplicarse de acuerdo con las necesidades de los cultivos, es un aspecto básico y fundamental en producción agrícola”

Si lo que quiere es que sus cultivos crezcan y se multipliquen, la clave es tener una buena nutrición. Con soluciones balanceadas y preparadas con base en un análisis de los requerimientos de la planta es posible producir hasta 500 toneladas de jitomate por hectárea (ha) en dos ciclos de crecimiento, aseguran investigadores del Departamento de Suelos de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).
La variedad que se puede utilizar es Gabriela, un híbrido redondo de origen estadounidense, con buenas características, muy firme, con larga vida de anaquel, sabor agradable al paladar, el cual en buena parte está dado por la nutrición, ya que cuando ésta es balanceada se acumulan ácidos orgánicos y el nivel de acidez que se requiere.

Ésta es tan sólo una muestra de lo que se puede lograr a partir de una buena nutrición de la planta.

A lo largo y ancho del país muchos agricultores aplican todo tipo de fertilizantes y fórmulas conocidas desde hace 60 años, sin hacer un estudio sobre las necesidades de las plantas, por lo que luego enfrentan problemas nutricionales en sus cultivos.

La nutrición es un concepto muy amplio que hace falta aplicar en el país. Implica darle a la planta las condiciones físicas, químicas y biológicas adecuadas para que haya la disponibilidad de nutrimentos y que éstos tengan la oportunidad de acercarse a la raíz y una vez ahí sean absorbidos y transportados a los órganos de la planta donde se van a utilizar para formar biomasa, ya sea flores frutos, tallos u hojas, explica Ranferi Maldonado Torres, subdirector de investigación del Departamento de Suelos de la UACh, quien lleva una veintena de años trabajando en nutrición de cultivos.

El investigador apunta que hace más de 60 años se instauró una fórmula para maíz (80-40-0 o 120-80-0) y se sigue aplicando sin conocimiento de las necesidades de la planta y así queremos producir 15 o 20 toneladas.

La asesoría y la fertilización en México se da por emociones, alguien dice: “este fertilizante es bueno”, y otros lo aplican y no saben por qué.
“Debemos abandonar el esquema antiguo de estar trabajando y recomendando por experiencias; hay que ir al sitio a realizar los análisis tanto del suelo como de la planta, del agua y hacer la recomendación con base en eso”, asegura.

Hay que tener presente que el hecho de que fertilicemos no significa que brindemos los requerimientos del cultivo para una buena producción: en ocasiones aplicamos menos fertilizante del que realmente necesitamos y en consecuencia se tendrá una baja producción. Este tipo de problemas está asociado al desconocimiento de los factores que regulan la nutrición de cultivos o la producción de biomasa.

Debe haber fórmulas balanceadas que garanticen que todos los nutrientes sean solubles para que sean asimilados por la planta. “Si queremos que las plantas produzcan tenemos que darles de comer.”

El zinc es responsable de la formación de las flores y a veces sólo se aplica al suelo nitrógeno, fósforo y potasio; el boro es responsable de la formación del polen, pero a veces no se aplica, aun cuando se requiere en cantidades mínimas y la inversión es muy baja; el problema es que no se identifican las deficiencias de la planta.
Ranferi Maldonado afirma que para buscar una solución a los problemas de nutrición el productor necesita asistencia técnica especializada, donde se incluya análisis del suelo y foliar. “Si los agricultores en su parcelas en lugar de fertilizar buscaran nutrir a los cultivos, podrían tener rendimientos altos en sistemas protegidos.”

El especialista considera que hace falta establecer programas para la nutrición de cultivos, con lo cual se puede disminuir en gran medida plagas y enfermedades.

Edna Álvarez Sánchez, profesor-investigador del Departamento de Suelos de la UACh, destaca que los resultados que han obtenido en jitomate son impresionantes, pero tienen que ver con un buen manejo de soluciones nutritivas, que no todos aplican. Por lo general se usan recetas, las cuales se vuelven ineficientes cuando se cambia de variedad; si se duplica el rendimiento, no es posible dar de comer a la planta la misma cantidad de nutrimentos.

La especialista, quien junto con su equipo de trabajo prepararon una solución nutritiva ex profeso para chile y otra para jitomate, asegura que “cuando se produce bajo estas condiciones de sanidad y de conocimiento son sistemas rentables; cuando no, se producen plagas y hay que invertir en pesticidas y así los cultivos bajo condiciones de cubierta o invernadero no son rentables”.

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