El incremento en el precio promedio del aguacate podría resultar una buena oportunidad para aquellos aguacateros que tengan la capacidad de incrementar su producción para atender la demanda insatisfecha nacional e internacional. Sin embargo, ésta es una apuesta a largo plazo debido al ciclo del cultivo
José Ramón Ojeda Ledesma*
El principal productor del llamado oro verde (aguacate) en el mundo es México y concentra 31.8 por ciento de la producción mundial. En el ámbito nacional, de acuerdo con información preliminar de la Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), durante 2010 se obtuvo una producción de 1.07 millones de toneladas, de las cuales 85 por ciento (920 mil toneladas) se originó en el estado de Michoacán.
El aguacate es un producto estacional, situación que afecta el comportamiento de los precios en función de la disponibilidad del producto. En este sentido, es entre junio y agosto cuando hay una menor oferta y por ello los precios suelen elevarse en dicha ventana del año.
Sin embargo, en 2011 hubo una menor oferta respecto de lo “normal” en estos meses, debido a problemas climáticos que mermaron la producción. Así, a junio de 2011 se tenía un avance en la producción de aguacate de 585 mil toneladas, un descenso de 2.8 por ciento con respecto al mismo mes de 2010. Sin embargo, se estima que la brecha se incrementó en julio y agosto, ya que en ese periodo las granizadas fueron más relevantes en la región de Michoacán.
Por ello, el precio promedio del aguacate en los mercados de las centrales de abasto presentó un récord histórico. Durante julio llegó a cotizarse en 50 pesos por kilogramo. Es decir, registró un incremento de 96 por ciento con respecto al precio del mismo mes del año anterior.
Cabe mencionar que el aguacate en otros centros comerciales en el ámbito nacional se cotiza en un rango de entre 80 y 100 pesos por kilogramo y en el exterior se cotiza hasta en 2.5 dólares por pieza de aguacate.
Ante este escenario, podría resultar una buena oportunidad de negocio para aquellos aguacateros que tengan la capacidad de incrementar su producción para atender la demanda insatisfecha nacional e internacional. Sin embargo, ésta es una apuesta a largo plazo debido al ciclo del cultivo.
En el corto plazo, cabe la posibilidad que el mercado nacional opte por productos sustitutos o simplemente disminuya su consumo de esta apreciada fruta.
* Especialista de la Subdirección de Análisis Económico y Redes de Negocio. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. jrojeda@fira.gob.mx
Fuente: Agronegocios en perspectiva
