Análisis

Animales de consumo, mayor bienestar durante su producción

En México se crían casi 200 millones de gallinas ponedoras al año

En Latinoamérica, cientos de millones de gallinas ponedoras de huevo y cerdas reproductoras (cerdas madre) son confinadas y prácticamente inmovilizadas durante toda su vida en jaulas de metal tan pequeñas que los animales apenas pueden moverse. Este tipo de confinamiento intensivo es tan cruel y controversial que ha sido prohibido —total o parcialmente— a lo largo de la Unión Europea, Canadá, varios estados de Estados Unidos, y por muchos otros gobiernos estatales y nacionales alrededor del mundo.

La organización de protección animal Humane Society International (HSI) es una de las más grandes e importantes del mundo y trabaja desde hace 25 años para proteger a todos los animales, incluyendo los animales criados para consumo humano. HSI trabaja con empresas alimentarias en México en la adopción e implementación de políticas de compra libres de jaula para huevo y cerdo, para asegurar que las políticas de responsabilidad social de las empresas reflejen las preocupaciones éticas de sus clientes e inversionistas. Las medidas que promueve HSI tienen como objetivo crear conciencia sobre este tema y eliminar el confinamiento en jaulas en México, invita a la industria alimentaria a sumarse a esta tendencia local y global. Diversas empresas líderes en nuestro país —incluyendo a Grupo Bimbo, Eurest, Subway y muchos más— ya se han unido a esta iniciativa.

Situación en México

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en México se crían casi 200 millones de gallinas ponedoras al año.

La mayoría de dichas gallinas se encuentran alojadas en las llamadas jaulas en batería, recintos de malla de metal en los cuales se hacinan entre cinco y diez gallinas por unidad, tan restrictivos que les prohíben a las aves estirar las alas libremente.

El estándar de espacio de una jaula en batería en Estados Unidos, similar al estándar en México, es de 432 centímetros cuadrados por gallina. Ello se traduce a un espacio por gallina menor al de una hoja de papel tamaño carta.

En estos recintos, las gallinas no pueden llevar a cabo comportamientos naturales como lo son perchar, rascar el piso, darse baños de polvo y anidar, entre otros. Los estudios científicos han demostrado que dichos comportamientos son de importancia para el bienestar de las aves.

Dichas jaulas también les impiden a las aves el moverse normalmente a tal punto que las gallinas pueden llegar a padecer dolencias físicas, incluyendo problemas óseos, reproductivos y hepáticos.

El tiempo promedio de vida de una gallina ponedora es de un año o dos dependiendo de cuántos ciclos productivos les sean exigidos.

Información e imágenes: HSI México

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