Análisis

Arroceros de Jojutla supera paulatinamente el 19-S

Actualmente los recursos gubernamentales están destinados a la rehabilitación del molino San José

Texto y fotos Alejandro Barragán

El proceso de siembra y cultivo del arroz en Morelos actualmente se realiza de forma artesanal, 40 kilos de semilla son sembrados en 200 metros cuadrados, esta tierra se cubre con abono de corral y se procede a regar el terreno cada tercer día para que germine la semilla. El proceso anterior asegura la producción de planta de arroz suficiente para sembrar una hectárea.

Cuarenta días después, en el terreno previamente preparado para la siembra, se hacen tajos de 12 y medio metros de ancho por 40 metros de largo, esto equivale a un jornal, 500 metros cuadrados, media tarea que se le paga al trabajador, quienes cobran por tarea realizada.

Posteriormente el terreno se anega, se cubre de agua, mientras otros trabajadores colocan las plantas de arroz en el pantanoso terreno. Pasados veinte días del trasplante se aplica herbicida para que la maleza no perjudique a las plantas y se pueda explotar todo su potencial. Después se procede al riego. Una semana después de haber sido aplicado el herbicida se da al cultivo una fertilización.

Los riegos al terreno sembrado deben ser constantes, dos meses y medio después el cultivo se vuelve a fertilizar con el objetivo de fortalecer la espiga y que los granos de arroz crezcan de manera homogénea.

Tres meses después emerge la espiga madura de arroz y comienza el trabajo del “pajarero”, quien es el encargado de vigilar que las aves no se coman el arroz.

Cuando el arroz está listo para cosecharse los trabajadores cortan las espigas con ayuda de una hoz y sacuden grandes ramos formados con dichas espigas en grandes contenedores de metal, similares a cubetas.

Otros trabajadores harán bultos de arroz los cuales llenarán costales (bultos) que serán transportados a lomo de bestias de carga fuera de la parcela hasta donde pueden entrar los vehículos motorizados para llevar el cargamento al molino donde iniciará el proceso de secado al sol y almacenamiento para su posterior envasado y venta.

Los trasplantes de espiga de arroz inician en el mes de abril y se termina alrededor del 20 de junio. La cosecha, por otra parte, inicia en la primera semana de septiembre y concluye en la primera semana de noviembre.

El 19-S en el campo de arroz
El pasado 19 de septiembre de 2017 un fuerte sismo ocurrió exactamente a las 13:14, el movimiento tuvo su epicentro a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, en el límite con el estado de Puebla.

Dentro del campo arrocero en Jojutla los canales de riego se movían con fuerza, como una hamaca impulsada de manera violenta, el agua estuvo a punto de salir de esos canales.

Al momento del sismo muchos de los trabajadores habían terminado su jornada y se retiraron a sus casas a descansar, algunos más se encontraban limpiando sus herramientas de trabajo.

Los arrieros, por otra parte, continuaban con su labor de cargar los costales en el lomo de los caballos. El inusual movimiento de la tierra, aunado al suelo acuoso propio del campo arrocero y la visión de los canales a punto de desbordarse generó intranquilidad en los jornaleros quienes, al recobrar la tranquilidad enfrentaron la noticia de las terribles pérdidas materiales y humanas sufridas en el estado y otras partes del país.

Las noticias de destrucción, muerte y solidaridad no tardaron en llegar a los trabajadores del arroz quienes hicieron lo necesario para reconstruir sus hogares, abrazar a sus seres queridos y llorar a sus muertos antes de volver a trabajar en la reconstrucción y rehabilitación del molino San José.

A pesar de la fuerza del sismo, la lejanía del campo de arroz impidió a los trabajadores imaginar el grado de destrucción generado por el mismo en el molino de arroz San José y en el resto del estado de Morelos.

Actualmente los recursos gubernamentales que reciben los trabajadores arroceros de Jojutla para continuar la producción de arroz son destinados a la rehabilitación del molino San José, debido a que de ser desatendida dicha rehabilitación sería imposible saldar la deuda al no existir condiciones para continuar con el proceso de secado y empaquetado del arroz.

Se calculan pérdidas de más de 30 millones de pesos, alrededor de 300 familias quedaron sin empleo y sin sustento económico. Jojutla, Morelos, es el municipio que concentra la mayor producción del estado y también la comunidad que se vio más afectada por los sismos del 19 de septiembre de 2017.

Las instalaciones de los molinos de arroz se vieron severamente afectadas y algunas aún están en riesgo de derrumbe. Los trabajadores del molino actualmente hacen labores de albañilería para contribuir a la rehabilitación del molino.

 

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