Análisis

Cambio climático amenaza el suministro de alimentos

Urge la FAO a incrementar el financiamiento para la adaptación al cambio climático y atenuar sus efectos en la agricultura

Roma.— Las inundaciones y la sequía de este año en importantes países productores de cereales desataron un agudo incremento de los precios de los alimentos, lo que pone de relieve la vulnerabilidad de los sistemas mundiales de producción alimentaria y los mercados agrícolas, alertó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Aunque el organismo advirtió de la probabilidad de que estos sucesos se repitan con mayor frecuencia e intensidad, debido al cambio climático, señaló que hay muchos ejemplos de cómo el sector agrícola puede adquirir una mayor resiliencia ante los fenómenos climáticos, así como reducir sus emisiones de carbono. Empero, faltan mecanismos para financiar esas actividades.

“La financiación disponible, tanto la que hay como la prevista, es sustancialmente insuficiente para que el sector agrícola afronte los retos del cambio climático y la seguridad alimentaria”, afirmó Peter Holmgren, director de la División de Medio Ambiente, Cambio Climático y Bioenergía de la FAO, en el marco de la reunión anual de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se lleva a cabo en Cancún, México.

En materia de financiamiento —aun sin considerar los apoyos adicionales necesarios para preparar a la agricultura para el cambio climático— los recursos para el desarrollo agrícola están llegando al punto más bajo de su historia. Según cifras de la FAO, el gasto del gobierno en agricultura en los países en desarrollo es bajo, en las economías basadas en la agricultura representa apenas un 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) agrícola, no obstante que la agricultura representa 29 por ciento del total de su PIB.

Para la agricultura de los países en desarrollo, el Banco Mundial ha estimado los costos anuales de adaptación al cambio climático entre dos mil 500 y dos mil 600 millones de dólares anuales, entre 2010 y 2050. Por su parte, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), prevé que para 2030 la inversión adicional y el financiamiento necesario en los países en desarrollo para atenuar los efectos negativos climáticos en el sector agrícola ascenderán a 14 mil millones de dólares al año.

Si bien se han establecido diversos mecanismos para movilizar recursos con el fin de atenuar los efectos del cambio climático, señala el organismo de la ONU, y para adaptación, en su mayor parte excluyen la agricultura.

El mecanismo para un desarrollo limpio (MDL), creado a través del Protocolo de Kioto, permite a los países desarrollados compensar sus emisiones de carbono invirtiendo en proyectos de energía, eficacia energética y alternancia de combustibles en países en desarrollo.

Sin embargo, los proyectos que fijan carbono en el suelo no pueden obtener apoyo del MDL, y la fijación de carbono en el suelo representa 89 por ciento del potencial agrícola de atenuación.

“Para que la agricultura alimente a nueve mil millones de personas en el año 2050 y realice su potencial de fijar enormes volúmenes de carbono atmosférico, harán falta niveles más altos de financiación y enfoques más innovadores”, indica Holmgren.

En este contexto, la FAO propone como posibilidades para obtener recursos: aportar un porcentaje del PIB de los países desarrollados; impuestos a las emisiones del transporte internacional o a las transacciones financieras; impuestos al carbono; emisión de bonos; subasta de cuotas; planes de comercio de emisiones y un posible mercado mundial de carbono.

Según el Grupo internacional de expertos sobre el cambio climático (IPCC), la venta de contrapartidas de las emisiones de carbono en la agricultura en países que no forman parte de la Organización de Comercio y Desarrollo Económicos (OCDE) puede generar hasta 30 mil millones de dólares al año, que se podrían destinar para obtener financiación adicional a una escala considerable.

Por su parte, la FAO indica que los países en desarrollo deberán establecer políticas nacionales que alienten la inversión privada en atenuación y adaptación, y los gobiernos de los países con déficit de alimentos deberán incrementar la parte de la agricultura de sus presupuestos nacionales, del nivel de hoy por lo menos un 10 por ciento.

2000 Agro

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