Análisis

Chefs, ingrediente clave en la lucha contra hambre y desnutrición

La FAO y la UNESCO destacan su nueva asociación durante el evento “Goût de France”

Los chefs son agentes de cambio en la lucha contra el hambre y la malnutrición, y desempeñan un papel importante en inspirar a las personas de todo el mundo a apoyar la producción sostenible de alimentos, adoptar dietas saludables y evitar el desperdicio de alimentos.

Ese fue el mensaje central de un simposio internacional convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el gobierno de Francia durante el “Goût de France” Semana que actualmente se celebra en París.

“Tenemos que educar e inspirar a las personas a adoptar dietas saludables”, dijo el director general de la FAO, José Graziano da Silva. “La gastronomía es cada vez más un área de gran interés, y los chefs se encuentran entre los actores que pueden moldear la opinión pública e influir en los consumidores.”

“La comida es desde el principio de los tiempos, una dimensión esencial de los intercambios humanos, una actividad económica importante y la base de la organización de las sociedades. Este legado se transmite de generación en generación y se comparte a medida que las comunidades se reúnen. El nivel de una sociedad aumenta la curiosidad intercultural entre los países”, dijo Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.

Durante el evento, tanto la UNESCO como los líderes de la FAO presentaron una publicación, Los chefs como agentes de cambio, sobre el trabajo conjunto de ambas organizaciones para destacar el papel de los chefs como defensores de dietas saludables y culturalmente diversificadas.

Un número creciente de chefs promueven alimentos relacionados con el territorio y la cultura local, y el consumo de alimentos frescos locales. Los chefs también se involucran cada vez más en el movimiento mundial para reducir el desperdicio de alimentos, defendiendo los esfuerzos de reducción de desperdicio de alimentos en sus propios restaurantes, así como empoderando a las comunidades locales para combatir el desperdicio de alimentos.

Las dietas poco saludables son la causa más importante de la pandemia mundial de obesidad. Se estima que dos mil millones de personas tienen sobrepeso, incluidas aproximadamente 670 millones de personas obesas. El número de personas obesas en el mundo pronto puede eclipsar el número de personas subnutridas, que actualmente se estima en 821 millones.

«Con la obesidad en aumento, nuestros sistemas alimentarios deben pasar de alimentar a las personas a nutrirlos con alimentos saludables y nutritivos. Todos estos son importantes para la transformación que necesitamos en nuestros sistemas alimentarios”, dijo Graziano da Silva.

Didier Guillaume, el ministro francés de Agricultura y Alimentación, enfatizó la importancia de las políticas alimentarias nacionales basadas en un enfoque positivo de la nutrición, y que tengan en cuenta las dimensiones educativas, sociales y culturales de los alimentos.

También participaron representantes de la investigación, la sociedad civil, la agricultura y la gastronomía, que discutieron los vínculos entre la gastronomía y la educación y cómo se pueden utilizar para combatir la obesidad y el desperdicio de alimentos.

La FAO y la UNESCO están trabajando juntos para reconocer la importancia de la cultura y el patrimonio para lograr dietas saludables y una agricultura sostenible.

Los gobiernos asistidos por la FAO, la UNESCO y otros socios están trabajando para preservar el patrimonio común asociado con los sistemas alimentarios mediante iniciativas tales como los Sistemas de Patrimonio Agrícola Mundialmente Importantes (SIPAM) y el Patrimonio Cultural Inmaterial (ICH). Estas iniciativas buscan preservar las tradiciones agrícolas y culinarias que contribuyen a dietas sostenibles y saludables, como la tradición culinaria Washoku de Japón, la dieta mediterránea y la cocina tradicional mexicana.

La FAO y la UNESCO también están trabajando en estrategias para reforzar la educación sobre alimentación y nutrición en las escuelas de muchas partes del mundo.

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