El confinamiento y la imposibilidad de llevar a cabo nuestras actividades cotidianas nos llevaron a reinventar la dinámica diaria
Ciudad de México, 1 de septiembre de 2020.— Hoy más que nunca podemos afirmar que la información da tranquilidad y, en este sentido, la tecnología y los procesos de mediación digital se convierten en los mejores aliados para el nuevo consumidor.
La nueva forma de consumir en línea nos da la oportunidad de razonar, comparar y planear nuestras compras. Se acabó esa mala práctica de salir al súper cada que se nos antojaba algo o ir a comprar al súper y terminar con el carrito lleno de productos que no necesitamos.
El comercio electrónico nos permite navegar para decidir la mejor opción. Y esa decisión no está basada solo en el precio, sino también en la inmediatez y el origen.
Somos responsables de la nutrición y la salud de nuestra familia y es por ello que aprender a comer bien es importante. Es buen momento para sacar ventaja de esta situación y adoptar una cultura de sana alimentación. Aprender nuevas formas de preparar los alimentos con recetas ricas, saludables, fáciles y económicas.
Respetemos las regiones y las temporadas de las frutas y verduras, así como de los pescados y mariscos. Consolidemos el consumo sustentable como una práctica definitiva. Cuando consumimos de esta manera nos aseguramos de que lo que comemos es más sano y más barato. Además, reducir el trayecto de nuestros alimentos de la tierra a la mesa construye comunidad, potencia la economía y genera alianzas con la gente que nos rodea. Saquemos lo mejor de cada región del país y consumamos las frutas y verduras de temporada, así como de los pescados y mariscos.
Ahora compramos con conciencia lo que podemos pagar y solo lo que necesitamos con el único objetivo de que lo que consumamos hoy lo podamos tener mañana.
Llegó la hora de adaptarnos y evolucionar hacia una nueva forma de pensamiento y de actuación, más empática, solidaria y respetuosa. Solo así saldremos verdaderamente fortalecidos.
