La importancia de cuidar las zonas ecológicas en las ciudades
Una de las regiones más afectadas por el terremoto del 19 de septiembre de 2017, fue el pueblo de San Gregorio Atlapulco ubicado en la alcaldía de Xochimilco. Esta, es una de las zonas chinamperas más importantes, además de ser suelo de conservación y parte de un área natural protegida.
Debido a la situación de las familias damnificadas, los terrenos de chinampa se comenzaron a utilizar para la construcción de viviendas, así lo registraron Patricia Pérez Belmont, Lakshmi Charli, Elsa Valiente y Marisa Mazari, en su artículo “Xochimilco y sus chinampas: lecciones del sismo del 19 de septiembre de 2017”, publicado por la revista Oikos del Instituto de Ecología de la UNAM.
Para las autoras, esta situación revive una de las cuestiones que más ocupa a los ecólogos, activistas sociales y autoridades interesados en Xochimilco: ¿cómo atender las necesidades de la población y a la vez conservar una zona de gran importancia ecológica por los servicios ambientales que brinda a la ciudad?
“El sismo mostró cómo el avance de la urbanización, el crecimiento de la población y la sobreexplotación del agua y otros recursos, sin considerar las características de la región, aumentan la vulnerabilidad frente a los fenómenos naturales”, explican las autoras e integrantes del Posgrado en Ciencias de la Sustentabilidad de la UNAM.
Para las universitarias, la experiencia del 19S llamó la atención de académicos, sociedad civil, sector privado y gobierno sobre la necesidad de la recuperación y restauración de la zona. Asimismo, replantea la búsqueda de acciones que conduzcan a este sistema socio-ecológico hacia trayectorias sostenibles.
Un sistema socio-ecológico es un espacio donde predominan las relaciones estrechas entre la naturaleza y los humanos a diferentes escalas. En este sentido, Xochimilco es un buen ejemplo de este tipo de sistemas.
De acuerdo con estudios previos, la mitad de las familias en la zona no realiza actividades relacionadas con la agricultura o las chinampas, mientras que la otra parte de la población afirma estar dispuesta a cambiar de lugar de residencia. Por ello, investigadores del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad busca crear un espacio de participación social para entender cómo algunas personas son clave en la región, pues sus experiencias podrían ayudar al desarrollo de esta zona.
