El director general de la FAO señaló una compatibilidad creciente entre la segunda y tercera generación de biotecnología agrícola y los principios de agroecología
Isabel Rodríguez
Ciudad de México.— Los transgénicos son obsoletos, son cosa del pasado, no los necesitamos para erradicar el hambre, ya que las nuevas tecnologías agrícolas tienen otro enfoque, con una preocupación ambiental, afirmó el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva.
En conferencia de prensa —previa a la clausura de la XXXIV Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, realizada la semana pasada— Graziano da Silva consideró que los avances en las tecnologías tradicionales y la agroecología contribuirán a terminar con el hambre, aunque el impacto del cambio climático plantea un reto que obliga a la ciencia a seguir progresando para profesionalizar las tecnologías de nueva generación.
Recordó que, en un seminario sobre biotecnología agrícola realizado recientemente en Roma, se concluyó que hay una compatibilidad creciente entre la segunda y tercera generación de biotecnología agrícola —la primera son los transgénicos— y los principios de agroecología.
Al respecto, comentó que instituciones como la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) han desarrollado mecanismos biotecnológicos no transgénicos para el control de hongos que afectan a cultivos básicos, como el frijol.
Embrapa descubrió que en el RNA del frijol hay un gen que es alterado cuando es atacado por el hongo Fusarium. Sin embargo, con solo bloquear dicho gen, el cultivo “ignora” al hongo, no hay pérdida de semillas y éstas pueden almacenarse para el siguiente ciclo de siembra.
“Es decir, vamos a tener un organismo genéticamente modificado pero no transgénico, que es un producto básico para los más pobres, desarrollado por una empresa pública, que permite a los campesinos guardar la semilla, que no impacta al medio ambiente y no implica alteraciones genéticas”, abundó el director general de la FAO.
Asimismo, consideró que las nuevas generaciones de biotecnología no son más “blanco y negro”, pero sí una zona “gris” en la que es necesario mejorar el conocimiento para actualizar la discusión.
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