Con desechos sólidos urbanos, agrícolas y agroindustriales se generará energía eléctrica en celdas de combustible microbianas
En los últimos 50 años la generación de combustible no fósil ha avanzado de manera considerable en el ámbito mundial. En México, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) trabaja en el desarrollo de las biorrefinerías como una alternativa energética sustentable en el país.
Los investigadores Héctor Mario Poggi-Varaldo, Teresa Ponce Noyola y Omar Solorza Feria, trabajan en un proyecto orientado a generar hidrógeno y metano a partir de desechos sólidos urbanos, agrícolas y agroindustriales, lo cual genera energía eléctrica en celdas de combustible poliméricas y microbianas alimentadas con el biohidrógeno.
A diferencia de otras investigaciones relacionadas con la generación de biocombustibles a partir de desechos orgánicos, la iniciativa del Cinvestav tiene la particularidad de aprovechar íntegramente los residuos orgánicos buscando optimizar el rendimiento energético y la producción de hidrogeno hasta en un 50 por ciento más, en comparación con las técnicas tradicionales.
Cabe mencionar que el hidrógeno es considerado por expertos como el carburante del futuro, pues es uno de los más limpios y de mayor contenido energético por kilogramo de combustible.
Esta propuesta minimiza las emisiones netas de dióxido de carbono, que es el principal gas causante del efecto invernadero y en consecuencia del calentamiento global.
“Nuestra biorrefinería sólo usa residuos orgánicos en la generación de energía, a diferencia de otras opciones que tienen como materia prima el uso de maíz, sorgo u otros productos agrícolas que pueden emplearse como alimentos, e incluso que requieran de suelo de siembra para la producción de biocombustibles. La biorrefinería cumple con el Principio de No Conflicto entre Energía y Alimentos”, explicó Poggi-Varaldo.
Por su parte, Omar Solorza Feria comentó que los grupos de investigación mexicanos que trabajan con hidrógenos son pequeños comparados con países desarrollados, donde ya se producen vehículos híbridos de forma masiva, pues sus economías no dependen de la generación de energía producida por la quema de combustibles fósiles.
2000Agro
