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Seminario de Agricultura de Conservación en la Península de Yucatán

La presentación permitió a los asistentes comprender los principales conceptos relacionados con los principios de la AC

Los días 17 y 18 de mayo se realizó en Campeche el primer seminario de Agricultura de Conservación en la Península de Yucatán, organizado por el Hub Península de Yucatán con el objetivo de fortalecer los perfiles de técnicos, colaboradores y productores involucrados en el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, MasAgro y Proagro Productivo en la región península. El seminario se orienta a identificar las necesidades y problemáticas regionales para plantear estrategias que permitan la intervención de los actores de la red de innovación en la península a través de la implementación de la agricultura de conservación (AC) y las acciones que llevan a la innovación de la milpa maya y que optimizan, fortalecen y enriquecen los diversos sistemas productivos de la región.

El seminario contó con la participación de 250 asistentes, entre los cuales se encuentran diversos actores que conforman la red de innovación del Cimmyt en la península de Yucatán: el ingeniero Armando Toledo Jamit, secretario de Desarrollo Rural del estado de Campeche; el ingeniero Adalberto Leal Núñez, subdelegado de Planeación y Desarrollo Rural; el ingeniero Rubén Escalante Poot, y representantes de Fondo para la Paz y Repseram, entre otros actores.

Además, se contó con la ponencia magistral del doctor Patrick Wall, exdirector del Programa de Agricultura de Conservación del Cimmyt, bajo el título “¿Por qué necesitamos un cambio en la agricultura?”, cuyo objetivo fue contextualizar la AC y el enfoque de su implementación en las diversas partes del mundo en donde por décadas ha contribuido al desarrollo sustentable de los sistemas de producción agrícola. La presentación permitió a los asistentes comprender los principales conceptos relacionados con los principios de la AC y sus beneficios y efectos positivos sobre los suelos al mitigar las consecuencias de la erosión, la compactación y la degradación de suelos, además de mejorar la fertilidad del suelo y disminuir los costos de producción.

El doctor Wall destacó los beneficios que aporta la práctica de la agricultura de conservación: incrementar la infiltración de agua, reducir la evaporación del agua, aumentar la actividad biológica en el suelo, reducir el escurrimiento y la erosión, incrementar la condición física del suelo, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, aumentar la materia orgánica del suelo, reducir el uso de mano de obra (un factor importante para pequeños productores) y combustible, acrecentar la retención de agua en el suelo, reducir el tiempo entre cultivos, incrementar la disponibilidad de nutrientes, aumentar el nivel del control biológico de malezas, plagas y enfermedades y reducir los riesgos de la producción.

Asimismo, habló de los componentes agronómicos que deben considerarse prácticas que acompañan la implementación de AC: fertilización adecuada, variedades productivas, manejo integral y eficiente de plagas, siembra oportuna y uso de buenas semillas. La ponencia plantea preguntas fundamentales para el productor que desea innovar, como: ¿se puede innovar el sistema agrícola? Y la respuesta implica que el productor tiene que sentir la necesidad de un cambio y permite identificar que, donde los productores no sienten un problema, difícilmente cambiarán. Ayudar al productor a hacer esta pregunta para que comprenda que cada cambio tiene un costo y que hay riesgos, está en manos de aquellos que realizan actividades de acompañamiento y transferencia de conocimiento. La ponencia expone que la AC no es un sistema fácil, ya que tiene un alto requerimiento de conocimientos para un buen manejo agronómico, y señaló que el éxito depende más de lo que hace el productor que del nivel de insumos que aplica. Sobre todo, la innovación requiere valor y un cambio de mentalidad.

El doctor Patrick Wall cerró su participación con una reflexión en la que invitó a los asistentes a comprender los diversos factores y procesos que deben ser considerados para implementar la agricultura de conservación: información del entorno, preparación y un plan de intervención adecuado a las necesidades del entorno fundamentado en un diagnóstico preciso, pero más allá de eso, el principal factor que permitirá la innovación es el cambio de mentalidad. Citó a Franke Dijkstra, pionero de la AC en Brasil: “Hay muchos cambios necesarios para adoptar la siembra directa (y la AC) pero el cambio más grande está en el cerebro.”

Durante el seminario se contó con la presentación de ponencias de colaboradores del Hub Península de Yucatán, como AgroEnlace, con la ponencia del ingeniero Carlos Tapia Moo; el Fondo para la Paz, con la ponencia de Marla Guerrero Cabañas, y otras interesantes presentaciones que derivaron en una discusión grupal al terminar la sesión. Gracias a los diversos temas y experiencias compartidos por los asistentes fue posible identificar los avances que se tienen en la región para la implementación de la agricultura de conservación y —sobre todo— para lograr un cambio de mentalidad en los diversos perfiles de productor agrícola de la región peninsular, desde aquellos de autoconsumo que trabajan en el sistema tradicional de roza, tumba y quema, hasta los productores mecanizados del estado de Campeche que disponen de todos los recursos y la infraestructura para la implementación de cambios sustentables.

El seminario es una iniciativa del Hub Península de Yucatán del Cimmyt, que busca promover la interacción e integración de diversos actores de cambio en el estado para el intercambio de experiencias, saberes e información que consolide la motivación para llevar innovación a los productores de la península de Yucatán.

El Cimmyt orienta estas acciones como espacios de confluencia que favorecen el diagnóstico de problemáticas, la reflexión en torno a las estrategias de intervención de los extensionistas del estado y la forma en que se pueden establecer mecanismos para alinear políticas públicas que promuevan la agricultura de conservación como una alternativa para mitigar los efectos del cambio climático y mejorar los diversos sistemas productivos de la región —ya sean los mecanizados o el sistema de la milpa maya tradicional— y los diversos modelos de producción, que por su configuración cultural requieren diferentes estrategias de intervención para impulsar su productividad, la conservación de recursos naturales y la preservación del legado cultural de la agricultura en la región.

Información e imágenes: Cimmyt

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