Uno de los aspectos culturales más importantes de nuestro país es, sin duda, su gastronomía que además de platillos incluye sus bebidas que espirituosas o no son tan diversas como nuestra cultura
Ciudad de México, 1 de octubre de 2019.— Hablar de las bebidas típicas mexicanas es hablar un poco de nosotros mismos, porque cada una de ellas, desde las aguas frescas hasta las representantes mundiales como el tequila y el mezcal, cuenta parte de la historia de la región que representa.
En esta ocasión no haremos una lista de ellas, pues resultaría un poco injusto pretender ordenarlas por importancia, además de que algunas quedarían excluidas, más bien hablaremos desde la perspectiva social que tienen nuestras bebidas.
En primer lugar, las bebidas tradicionales forman parte de la gastronomía mexicana tan diversa como son las manifestaciones que le dan identidad a nuestra nación, al mismo tiempo que se presentan como una representación de las tradiciones de los pueblos en donde se preparan, cada una de ellas guarda en su origen una leyenda.
Por otro lado, aunque pertenecen a los hábitos comunes, su significado detrás de la producción y consumo es de gran valor. Así tenemos, por ejemplo, los destilados de agave que dejan ver la mezcla de lo español con lo indígena, porque se producen con ingredientes autóctonos como es el agave, pero con procesos europeos como la destilación.
En la parte económica podemos decir que tanto para las regiones como para los productores el reposicionamiento del mezcal y el pulque está siendo benéfico, pues fomenta la conservación de las prácticas ancestrales de producción y el cuidado y conservación de las especies de las cuales se obtienen estas bebidas, al mismo tiempo que genera recursos económicos considerables en todas las etapas de la cadena productiva.
La industria de las bebidas es en todo sentido un círculo virtuoso, los beneficios llegan a todos, a los que cosechan y cultivan el maguey, a los productores, a los consumidores y los turistas que en un trago de cualquiera de las bebidas saborean la autenticidad, identidad, cultura, sustentabilidad y calidad de México.
