El vocablo proviene de toloatzin, que en náhuatl significa “cabeza inclinada”, que hace referencia a la inclinación que presenta la flor de esta planta
Toluca, Estado de México.— El toloache es una planta sagrada con muchas propiedades curativas, pero que desgraciadamente fue satanizada, señaló la terapeuta de medicina tradicional María Belem Moreno García, al hablar sobre esta especie botánica asociada con la magia y la brujería, en la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Ante alumnos, académicos e investigadores de este organismo universitario, explicó que la palabra toloache, proviene de toloatzin, que en náhuatl significa “cabeza inclinada”, que hace referencia a la inclinación que presenta la flor de esta planta.
Toluca, abundó, significa “lugar donde está el dios Tolotzin”, pero muy pocos habitantes de la ciudad saben que nuestra ciudad se llama así por el toloache, ya que los ancestros reverenciaban esta planta, que hicieron deidad para luego crear al dios Tolotzin.
Esta planta medicinal tiene una historia muy interesante; desgraciadamente, la sociedad actual ha perdido el respeto y agradecimiento que tenían nuestros ancestros hacia las especies sagradas.
Luego de calificar como injusta la satanización de esta planta, debido al mal uso que le han dado unas cuantas personas, recordó que el toloache fue, desde hace mucho tiempo, identificado como una sustancia para “quitar la voluntad a las personas.”
Esta planta tiene un alto grado de toxicidad, afirmó, debido a su importante contenido de alcaloides, que afectan el sistema nervioso, provocan un aumento de la temperatura del cuerpo y la pérdida de memoria inmediata, así como alucinaciones visuales.
Sin embargo, sus usos terapéuticos son muy variados, por ejemplo, en el tratamiento del asma, hemorroides, frialdad en la matriz, hongos en las uñas, falta de leche o como sedante al momento del parto.
El toloache crece en hábitats abiertos; en condiciones naturales se encuentran con mayor abundancia en los cauces de grava de los ríos y arroyos. En el Estado de México crece en las faldas de los volcanes, en los campos cultivados, aparecen entre la hierba silvestre; sus flores tienen forma de trompeta y varían en tamaño, longitud y color.
Belem Moreno García comentó que se trata de una planta que crece en lugares húmedos, como las orillas de los ríos, vertederos y en lugares arenosos; en forma silvestre crece en los meses de mayo y octubre y en forma doméstica, todo el año.
Fuente: Milenio.com
