Orgánicos

Los riesgos de comer demasiadas pipas de girasol

Si las comemos en exceso podemos sufrir problemas de salud relacionados con el sobrepeso o incluso enfermedades cardiovasculares

Ciudad de México, 19 de marzo de 2020.— Las pipas de girasol son una de esas cosas que no puedes parar de comer una vez que has empezado. Y esa característica es la que las convierte en un riesgo para la salud, ya que los efectos negativos que tienen para el organismo se dan, sobre todo, cuando se consumen en exceso. Lo que no es difícil, porque suelen comerse de forma compulsiva. Así que la única forma de sacar partido de sus numerosas propiedades nutritivas sin resultar perjudicados es controlar la cantidad y no sobrepasarla ni un gramo.

La manera de conseguirlo es prepararse una ración de como máximo 30 gramos al día, que equivale a un cuarto de taza de leche. Esa cantidad de pipas (como se conocen popularmente) crudas y sin sal, aporta unas 200 calorías, más o menos lo mismo que las fritas en aceite y algo más que las tostadas en seco. Eso representa el 10 por ciento de las calorías de una dieta normal diaria, que son unas dos mil.

Para evitar comerlas compulsivamente lo mejor es prepararse un ración de 300 gramos al día, cantidad que nos aportará 200 calorías.

Si esa cantidad se dobla o se triplica, lo que no es difícil dado el poder adictivo que tienen, se puede llegar a cerca de mil calorías que se añadirían al aporte del resto de comida, ya que no la sustituyen. Las grasas es otra cuestión que se debe valorar en las pipas. Predominan las instauradas, que son beneficiosas para la salud, aunque la que tienen en mayor cantidad es el ácido linoleico, un omega-6 con propiedades inflamatorias. El peligro que representan es que el exceso puede taponar las arterias y provocar accidentes cerebrales.

Esos 30 gramos contienen también al menos 1.7 de grasa saturada, que equivale a unas 15 calorías procedentes de grasa, lo que puede llegar a ser un problema si se ingieren otros alimentos que también la tienen.

Las pipas son los frutos del girasol y no las semillas.

Otra de sus características negativas es el contenido en sodio. La forma más habitual de comerlas es, como hemos comentado, tostadas y saladas. Por eso siempre serán menos perjudiciales, aunque también menos sabrosas, si se toman crudas y sin sal añadida. La cantidad estándar de 30 gramos aporta 174 miligramos de sodio, incluso si las que se toman son con piel, porque está impregnada de sal.

Eso significa el 12 por ciento de la cantidad total recomendada por la Asociación Americana del Corazón, que hay que sumar al resto de sal que tomamos con los otros alimentos. Más de mil 500 miligramos diarios pueden provocar enfermedades cardiovasculares y tensión alta. Cierto que esto último solo se da en personas que ya la tienen elevada, y que deberían tener especial cuidado con las pipas, pero también se produce una retención de líquidos nada conveniente.

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