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Recibe Rosario, Argentina, Premio a las Ciudades por mejorar resiliencia

El Premio a las Ciudades, de 250 mil dólares, va a un programa de agricultura urbana por crear una resistencia climática inclusiva y mejorar el acceso a alimentos saludables y locales

Washington D. C., 2 de julio de 2021.— El Centro Ross para las Ciudades Sostenibles del WRI anunció hoy que el galardón mayor del Premio a las Ciudades 2020-2021 fue otorgado a la Producción Sostenible de Alimentos para una Rosario Resiliente, un proyecto del municipio de Rosario, en Argentina. La iniciativa pasó de ser una respuesta a la crisis económica a una piedra angular de la adaptación climática y la inclusión social. El innovador programa de agricultura urbana ha desencadenado un movimiento en toda la ciudad para convertir terrenos baldíos en lugares de producción de alimentos sostenibles y saludables, y al mismo tiempo ha incrementado la resiliencia a las inundaciones y los eventos de calor extremo.

Rosario fue seleccionada para recibir el gran premio de 250 mil dólares entre 262 propuestas de 54 países sobre el tema “ciudades inclusivas para un clima cambiante” por un jurado independiente de visionarios líderes urbanos. Los otros cuatro finalistas —de Ahmedabad (India), Londres (Reino Unido), Monterrey (México) y Nairobi (Kenia)— recibieron 25 mil dólares cada uno. Los premios fueron entregados durante una ceremonia virtual interactiva por parte de Stephen Ross, presidente y fundador de Related Companies y miembro de la Junta Directiva Mundial del WRI.

Los otros finalistas para el Premio a las Ciudades 2020-2021 fueron:

  • DistritoTec, Monterrey, México

Nacido tras un periodo de violencia y conflictos sociales, DistritoTec está ayudando a recomponer Monterrey mediante un nuevo enfoque de diseño urbano y gobernanza a nivel de distrito que fomenta un crecimiento compacto y habitable para un futuro bajo en emisiones.

  • Proyecto de Espacio Público en Kibera, Nairobi, Kenia

En uno de los barrios marginales más grandes del mundo, el Proyecto de Espacio Público de Kibera está cocreando, junto con los residentes, espacios públicos innovadores y multiusos que no solo reducen el riesgo de inundaciones, sino que proporcionan servicios esenciales, como agua y saneamiento, y nuevas formas para que las comunidades prosperen.

  • Zona de Emisiones Ultrabajas, Londres, Reino Unido

En combinación con políticas complementarias de transporte público y movilidad sostenible, la Zona de Emisiones Ultrabajas de Londres está ayudando a que los residentes se desplacen hacia viajes bajos en emisiones y a abordar las históricas desigualdades de exposición a la contaminación atmosférica tóxica.

  • Acción de las Mujeres hacia la Resiliencia Climática de los Pobres Urbanos, Ahmedabad, India

El Mahila Housing Trust, socio de desarrollo desde hace mucho tiempo en los barrios marginales de Ahmedabad, está empoderando a las mujeres con herramientas y formación para que se conviertan en líderes climáticas y no solo aborden los riesgos climáticos de sus comunidades, sino que construyan una ciudad más resiliente.

“En su esencia, el Premio honra los programas innovadores que abordan los problemas complejos a los que se enfrentan nuestras ciudades y sirve como modelo para compartir soluciones inteligentes entre comunidades de todo el mundo”, dijo Stephen Ross.

“Elogiamos a cada uno de los finalistas por sus proyectos ejemplares que demuestran cómo las políticas y prácticas existentes pueden evolucionar para ser más sostenibles e inclusivas, al tiempo que responden a las nuevas realidades globales”, añadió.

Tras la crisis económica argentina de 2001, que dejó a una cuarta parte de la población de Rosario sin empleo y a más de la mitad de sus residentes debajo de la línea de la pobreza, la ciudad puso en marcha un programa de agricultura urbana y periurbana para proporcionar a los residentes herramientas, semillas y formación para cultivar alimentos de forma local y sostenible. El proyecto reconvirtió terrenos infrautilizados en toda la ciudad en parcelas agrícolas y huertas, y creó mercados permanentes para establecer la agricultura urbana como una nueva fuente de ingresos. El municipio también utilizó el programa para fomentar una cultura más profunda en torno a la producción de alimentos y llevar a cabo programas sociales, incluidos los de educación y desarrollo de jóvenes.

Después de que lluvias récord obligaran a realizar evacuaciones en 2007, la ciudad ribereña también empezó a utilizar el programa para crear resiliencia al clima. La reutilización de tierras abandonadas para la agricultura mejoró la capacidad del suelo para absorber agua, al hacerlo menos propenso a inundaciones, y ayudó a reducir las temperaturas atmosféricas.

“Lo que realmente sorprendió al jurado fue el amplio impacto del programa en la ciudad de Rosario y en la vida de las personas”, dijo Ani Dasgupta, director global del Centro Ross para Ciudades Sostenibles del WRI. “Su enfoque en la agricultura urbana ha mejorado la seguridad alimentaria y la inclusión social, ha generado puestos de trabajo, ha aumentado la resiliencia climática y ha reducido las emisiones de carbono. Rosario y los cuatro finalistas demuestran que las ciudades pueden ser más sostenibles y productivas para más residentes a través de acciones climáticas inclusivas y potenciadoras. Este tipo de innovaciones son más importantes que nunca a medida que las ciudades comienzan a recuperarse de la pandemia de la covid-19.”

En todo Rosario, 75 hectáreas de tierra son dedicadas ahora a la producción agroecológica y a las huertas urbanas y otras 800 hectáreas son preservadas para la agricultura en la zona periurbana. Esto evita la expansión urbana y proporciona trabajo y alimentos a cientos de residentes. Más de dos mil 400 familias han empezado sus propias huertas y se han creado siete nuevos espacios de mercado permanentes. Cadenas de suministro de alimentos más cortas y localizadas ayudan a la ciudad a reducir las emisiones de carbono al producir dos mil 500 toneladas de frutas y verduras cada año. En este sentido, se ha demostrado que la producción local de alimentos reduce las emisiones en un 95 por ciento en comparación con las importaciones.

“Estamos encantados y honrados de recibir este premio y formar parte de este fantástico grupo de finalistas”, dijo Pablo Javkin, intendente de la ciudad de Rosario.

“Mantener los espacios de producción de alimentos dentro de las zonas urbanas y periurbanas es una estrategia clave en nuestro plan de acción climática. La producción sostenible de alimentos no solo genera oportunidades de empleo, sino también cohesión social, una mejora del medio ambiente y una mejor salud para nuestros residentes, todo ello mientras conservamos el medio ambiente y nos hacemos más resilientes al cambio climático”, añadió.

“Los finalistas del Premio a las Ciudades realmente demuestran el poder de la transformación local”, dijo Sheela Patel, jurado del Premio a las Ciudades, y fundadora y directora de la Sociedad para la Promoción de los Centros de Recursos de Área. “Muestran cómo las comunidades, los funcionarios de la ciudad, las universidades y las empresas pueden trabajar juntos en nuevas maneras para lograr un cambio transformador.”

El Premio a las Ciudades es el primer galardón mundial que celebra y destaca el cambio urbano transformador. Mediante el Premio de las Ciudades, WRI pretende inspirar a los responsables del cambio urbano en todo el mundo, poniendo en valor las iniciativas pioneras y contando historias impactantes de transformación urbana sostenible. El Premio cuenta con el apoyo del líder empresarial y filántropo Stephen M. Ross.

En 2019, el Premio a las Ciudades inaugural fue otorgado a SARSAI, de la organización sin fines de lucro Amend, por su enfoque incisivo, fácilmente replicable y de gran impacto para crear viajes más seguros a la escuela para los niños en Dar es Salaam y otras ciudades africanas.

Más información en PrizeForCities.org.

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