Los jóvenes son el futuro de nuestro planeta. Ayudémoslos a protegerlo
Roma, 19 de febrero de 2020.— Los niños muestran que la edad realmente es solo un número cuando se trata de combatir el cambio climático. Si bien no todos los niños pueden navegar el Atlántico como Greta Thunberg, eso no quiere decir que no puedan ayudar en la lucha contra el cambio climático.
Proteger nuestros océanos es una parte clave de esta lucha. Los océanos del mundo nos benefician de muchas maneras diferentes, proporcionándonos alimentos, influyendo en nuestro clima y ofreciéndonos espacio para la recreación.
Sin embargo, los damos por sentado. La sobrepesca está reduciendo las poblaciones de peces, amenazando el suministro de alimentos nutritivos y cambiando los ecosistemas marinos, y millones de toneladas de desechos plásticos ya han terminado en nuestros océanos, matando o dañando la vida marina. Necesitamos océanos limpios y saludables para proteger nuestra propia salud y supervivencia y para apoyar a las generaciones futuras.
Cada pequeña acción cuenta. Aquí hay algunas formas simples de alentar a los niños a proteger nuestros océanos y ser héroes ambientales.
Haz una limpieza local. La limpieza de playas, lagos o ríos es una excelente manera de involucrar a los niños para mantener nuestro medio ambiente libre de basura. Incluso un parque local se beneficiará de una limpieza. Menos basura en el medio ambiente en general es menos basura que podría ser arrastrada por nuestros cuerpos de agua. Reúna a la familia para pasar una mañana en la naturaleza y pasen tiempo recogiendo basura juntos: los niños realmente verán la diferencia que hace en un área en la que juegan.
Reutilice los artículos desechados. Una excelente manera de involucrar a los niños en el reciclaje es alentarlos a encontrar otros usos para los artículos viejos. En lugar de tirar algo, ¡ayúdalos a convertirlo en arte!
Niños de escuelas locales en Roma, Italia, participaron recientemente en el taller “Creación de arte a partir de desechos” que se realizó en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) como parte del Simposio Internacional sobre la Sostenibilidad de la Pesca. Los niños hicieron un viaje a la playa local y se les animó a recoger diferentes tipos de escombros que podrían convertirse en obras de arte. “La basura no es solo basura, porque puedes crear muchas cosas con ella. Ya no es basura, pero… una hermosa obra de arte”, dijo uno de los niños.
Junto a la artista romana Publia Cruciani, los niños transformaron el material recuperado en impresionantes obras de arte, ayudando a la basura a encontrar una nueva vida. “…Plástico… desafortunadamente nos rodea”, explica Publia. “Mientras los niños recogían los escombros, ya estaban usando su imaginación para visualizar lo que podían crear.”
Reduce el uso de plástico. Más del 70 por ciento del plástico que utilizamos no se recicla, y gran parte de estos desechos plásticos se depositan en nuestros océanos. Reducir el consumo de plástico es esencial si realmente queremos proteger nuestros océanos y ríos.
A menudo, las frutas y verduras preenvasadas en los supermercados son una gran fuente de plástico de un solo uso. Hacer que los niños se interesen en cultivar sus propios alimentos es una forma divertida y educativa de reducir el consumo de plástico y acortar las cadenas de suministro de alimentos, reduciendo el dióxido de carbono (CO2) emitido en su transporte. No solo eso, sino que involucrar a los niños en el cultivo de sus propios alimentos es una excelente manera de ayudarlos a desarrollar nuevas habilidades, salir a la naturaleza y apreciar el planeta.
En la escuela General Lázaro Cárdenas en Ajalpan, México, 96 estudiantes plantaron, cuidaron y cultivaron la comida para sus almuerzos escolares (¡con la ayuda ocasional de sus padres y maestros!). Esto ha ayudado a los niños a mantener una buena dieta, desarrollar habilidades para ganarse la vida y crear conciencia ambiental. Esta escuela en México es solo uno de los proyectos de la FAO que promueve los huertos escolares, ayudando a mejorar la nutrición de los niños locales, así como a reforzar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente circundante.
Coma pescado de origen sostenible. El pescado es una parte esencial de una dieta equilibrada para muchas personas en todo el mundo. Es una fuente indispensable de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos poliinsaturados omega 3. Para algunas comunidades costeras, el pescado es su principal fuente de alimento. Las prácticas pesqueras insostenibles amenazan la seguridad alimentaria de estas comunidades, tanto al quitar estos recursos marinos como al dañar sus medios de vida. Las estimaciones sugieren que aproximadamente uno de cada cinco peces capturados en todo el mundo cada año proviene de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), lo que lleva a la sobrepesca y otros problemas que dañan críticamente nuestros océanos.
En su familia puede ayudar comiendo especies de peces que son más abundantes, en lugar de las que corren el riesgo de ser sobreexplotadas, como el atún rojo del Atlántico, la caballa del Atlántico y el capelán. También puede comprar pescado que ha sido capturado o cultivado de manera sostenible, como pescado con etiqueta ecológica o certificado. Asegurarse de que su pescado proviene de una fuente certificada puede marcar una verdadera diferencia.
No hay un solo enfoque para mantener nuestros océanos limpios y nuestro planeta sano: todo está interconectado y cada poquito ayuda. Los niños pueden comenzar desde pequeños para tomar decisiones sostenibles y formar hábitos beneficiosos para nuestro futuro. Es vital que involucremos a jóvenes y adultos mayores en la toma de decisiones sostenibles que ayuden a transformar nuestros sistemas alimentarios. Todos tenemos un papel que desempeñar en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el mejor futuro que imagina.
