Pecuario y Pesquero

Sector ganadero latinoamericano podría mitigar emisiones contaminantes

FAO y los países de la región realizan un gran evento en Colombia para impulsar la ganadería de bajas emisiones

América Latina y el Caribe deben transitar hacia formas más sostenibles de ganadería, señaló hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Un objetivo prioritario es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la ganadería. A pesar de progresos importantes en ciertos indicadores, estas emisiones, que tienen un impacto directo en el cambio climático, siguen siendo muy altas.

La ganadería es una actividad con importantes efectos positivos sociales y económicos. La transformación de la ganadería deberá proponerse seguir incrementando la producción y la productividad y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Ello sí es posible, afirmó la FAO, aunque solo en la medida en que los gobiernos y el sector privado impulsen una profunda innovación tecnológica e instalen las instituciones y las reglas que la hagan posible.

Para identificar formas de hacer realidad esta estrategia, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria Agrosavia, y la FAO han convocado a los países a un gran evento regional entre el 28 y el 29 de agosto, en Montería, Colombia.

Según la FAO, la ganadería contribuye con el 46 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) agrícola regional. Por su parte, América Latina y el Caribe aportan más de un cuarto de toda la producción mundial de carne vacuna y de aves de corral.

En la región, el sector ha crecido a una tasa anual de 3.7 por ciento, una cifra muy superior a la tasa promedio de crecimiento global (2.1 por ciento). Sin embargo, este crecimiento demanda importantes desafíos ambientales. La ganadería es uno de los principales emisores de gases que agravan el cambio climático y, en este aspecto negativo, América Latina y el Caribe también destaca a escala mundial.

Junto a ello, cerca del 70 por ciento de las tierras dedicadas al pastoreo están degradadas, a lo que hay que sumar la deforestación para ampliar la frontera ganadera, la conversión de tierras marginales para la producción de piensos, y la contaminación del agua y los suelos.

La región se ha comprometido a impulsar una producción ganadera baja en emisiones en el marco de acuerdos internacionales, entre ellos el Acuerdo de París (2015), esfuerzo que recibe el apoyo de la Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y el Caribe, cuya secretaría técnica la ejerce la FAO.

Durante el evento en Montería, Colombia, los países y la FAO debatirán formas de facilitar la innovación y adoptar mejores prácticas y tecnologías para reducir el impacto de la producción ganadera, así como el acceso a servicios rurales como parte del Desarrollo Ganadero Sostenible.

Son varios los esfuerzos y experiencias que algunos países han venido implementando para aumentar la producción sostenible y una baja en emisiones de carbono.

En Argentina, por ejemplo, se han creado sistemas de certificación de carne vacuna ecológica. En Bolivia se lleva a cabo el programa de desarrollo sostenible de la ganadería bovina, mientras que Brasil ha creado un sello “carne carbono neutral”, e implementado un programa de eficiencia energética de los recursos de la cadena de suministro de carne de vacuno.

En Chile se desarrolla la iniciativa de conservación y uso sustentable de la estepa patagónica para la ganadería sostenible, mientras que Colombia y Ecuador han impulsado un programa de ganadería sostenible. Por su parte, Paraguay ha creado un acuerdo para establecer una política ganadera sostenible y Uruguay ha apostado por la producción ganadera climáticamente inteligente y la restauración de tierras en sus pasturas.

Según la FAO, para lograr una ganadería baja en emisiones será de vital importancia trabajar con los pequeños productores: en Brasil —el mayor productor de carne de la región— la producción pecuaria familiar genera el 58 por ciento de la leche, el 50 por ciento de las aves de corral, el 59 por ciento de la carne de cerdo y el 30 por ciento de la carne de res que se consume en el país.

En Argentina, los pequeños productores proporcionan el 33 por ciento de los animales lecheros, el 19 por ciento del vacuno, el 25 por ciento de cabras, el 62 por ciento de ovejas y el 49 por ciento de cerdo, mientras que en Uruguay el 77 por ciento de los productores bovinos y ovinos son productores familiares. Lo mismo es cierto en Colombia, donde se estima que los pequeños agricultores producen el 40 por ciento de la leche consumida en el país. En Nicaragua, los bovinos proporcionan el 30-35 por ciento de los ingresos de explotaciones familiares de subsistencia.

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