Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural
El mundo está en movimiento, más personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido al aumento de conflictos y la inestabilidad política mundial. Pero el hambre, la pobreza y un aumento de los fenómenos climáticos extremos relacionados con el cambio climático son otros factores importantes que contribuyen al desafío migratorio.
Los grandes movimientos de personas hoy en día presentan desafíos complejos, que exigen una acción global. Muchos migrantes llegan a los países en desarrollo, creando tensiones donde los recursos ya son escasos, pero la mayoría, unos 763 millones, se mueven dentro de sus propios países más que en el extranjero.
Tres cuartas partes de los extremadamente pobres basan su sustento en la agricultura u otras actividades rurales. La creación de condiciones que permitan a las poblaciones rurales, especialmente a los jóvenes, permanecer en sus hogares cuando sientan que es seguro hacerlo y tener medios de vida más resistentes, es un componente crucial de cualquier plan para abordar el desafío migratorio.
El desarrollo rural puede abordar los factores que obligan a las personas a moverse creando oportunidades de negocios y empleos para los jóvenes que no solo están basados en cultivos (como la pequeña producción lechera o avícola, procesamiento de alimentos o empresas de horticultura). También puede conducir a una mayor seguridad alimentaria, medios de vida más resistentes, un mejor acceso a la protección social, una reducción de los conflictos sobre los recursos naturales y soluciones a la degradación del medio ambiente y al cambio climático.
Al invertir en el desarrollo rural, la comunidad internacional también puede aprovechar el potencial de la migración para apoyar el desarrollo y construir la resiliencia de las comunidades desplazadas y de acogida, sentando así el terreno para una recuperación a largo plazo y un crecimiento inclusivo y sostenible.
Actualmente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está colaborando con los gobiernos, los organismos de la ONU, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades locales para generar pruebas sobre los patrones migratorios y está fortaleciendo la capacidad de los países para abordar la migración mediante políticas de desarrollo rural. Apoyamos a los gobiernos y a los asociados en la exploración del potencial de desarrollo de la migración, especialmente en términos de seguridad alimentaria y reducción de la pobreza.
