Entrevista con Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario
Alejandro Barragán
Ciudad de México, 17 de junio de 2020.— Bosco de la Vega Valladolid, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), charló con 2000Agro sobre la labor de la asociación civil que representa y la cual nació con el objetivo de defender los intereses del sector agroalimentario.
En 1984 un grupo importante de agricultores, ganaderos y pescadores conformaron el CNA para atender temas fiscales, de seguridad alimentaria, sanidad, inocuidad, comercio exterior, coordinar todas las labores de los tratados de libre comercio, atender los proyectos de nuevas áreas, asuntos internacionales, nuevas prácticas de cultivos, responsabilidad social, responsabilidad ambiental.
Actualmente el CNA realiza asambleas de manera periódica, organiza el Foro Global Agroalimentario, representa las acciones que son encaminadas a los sectores agroalimentario, pecuario, pesquero, agrícola, la parte forestal, representa al 78 por ciento del producto interno bruto (PIB) agroalimentario y al 80 por ciento de las exportaciones sobre todo del sector hortofrutícola.
“Como socios, nosotros tenemos al sector productivo, tenemos a la agroindustria, proveedores de insumos (agroquímicos, maquinaria, equipos), crédito, bancos del país, somos 300 socios y asociados, hacemos equipo para que la relación al interior y al exterior del país facilite la claridad, la sanidad, la inocuidad, somos de los cinco países en el mundo que menos plagas y enfermedades tenemos”, aseguró Bosco de la Vega.
Aseguró que el confinamiento por COVID-19 ha cambiado radicalmente el tema de las cadenas de suministro. “El producto interno bruto al primer trimestre de 2020 el país creció -2.2 y las actividades primarias fueron las únicas que crecieron a tasas del 1.1 respecto al mismo trimestre de 2019. Los sectores secundarios decrecieron -3.5 y las terciarias -1.2, entonces el sector agropecuario sigue dando muestras de que es la única área de la economía junto con la minería que están creciendo”, apuntó.
Del mismo modo, aseguró que todas las cadenas de suministro ligadas a turismo, restaurantes, hoteles, tuvieron serios problemas, igual para el mercado nacional que para exportación, hubo cultivos muy lastimados porque las ventas cayeron, pero las cadenas formales de suministros (supermercados, tiendas de conveniencia, abarrotes) fueron las que compensaron esta caída.
“La estamos sufriendo pero somos uno de los sectores menos lastimados por esta pandemia. Previo al confinamiento nos reunimos con el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, con los proveedores de suministros para el sector agroalimentario, la Cámara de Transporte, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), centrales de abasto, bancos de alimentos, para blindar la cadena de suministros antes de la pandemia”, afirmó.
Bosco de la Vega se refirió a la inseguridad como un gran flagelo contra el sector agroalimentario y pesquero en México, “peligra la seguridad de las personas y sus bienes, hay robos de maquinaria y equipo, secuestros, derecho de piso. Mueren más personas debido al crimen organizado y narcotráfico que por el mismo COVID-19, el sector agrícola y pesquero está muy expuesto a la inseguridad”, lamentó.
Al respecto, destacó la colaboración con Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana; la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional, pero los esfuerzos son insuficientes para garantizar la seguridad. “Lo estamos pasando mal en materia de seguridad, la buena noticia es que no faltan alimentos en ninguna de las mesas de los mexicanos”, aseguró.
A raíz de todo esto y del problema que se venía con la pandemia surgió un programa muy grande, llamado Alimentos para México. De acuerdo con Bosco de la Vega, este programa hasta el día de hoy lleva 16 mil toneladas de alimentos repartidos y ha beneficiado a cuatro millones de familias. El programa cuenta con el apoyo del Ejército mexicano mediante el Plan DN-III-E, con los bancos de alimentos que atienden a casi 1.8 millones de familias en pobreza alimentaria, con los DIF estatales y municipales, y con las diferentes organizaciones que trabajan con el CNA.
Por otra parte lamentó que programas de apoyo a la agricultura hayan desaparecido. “Este es el peor presupuesto para el campo en la historia, respecto al año pasado se redujo un 27 por ciento, quedando en 47 mil 577 millones de pesos que afectan directamente a los temas de agroseguros, todos los apoyos para comercialización desaparecieron, apoyos para concurrencia también, programa de productividad y competitividad agroalimentaria. Asimismo, quitaron estímulos fiscales a la gasolina y diésel para los sectores pesquero y agropecuario lo cual nos resta competitividad.
“Es el peor presupuesto en la historia para un sector que está creciendo, un sector que nos dijeron sería un pilar de la Cuarta Transformación pero que no está siendo así en materia presupuestal, son acciones del gobierno que están debilitando al sector”, señaló.
De igual forma, lamentó la posible prohibición de glifosato en México, “si este tema nos lo cancelan lo único que va a pasar es que se restará competitividad, se perderán entre el 30 y 50 por ciento de nuestras cosechas, lo cual incluye todo: café, caña de azúcar, granos, hortalizas; el glifosato inhibe el crecimiento de malas hierbas, y no existe evidencia científica de que sea cancerígeno”, declaró.
Bosco de la Vega aseguró que en estas épocas se valora mucho al personal médico y seguridad, pero también se debe reconocer la capacidad del país de producir sus propios alimentos. “Hay mucho por hacer en este sentido, debemos trabajar hombro a hombro con nuestro gobierno, sindicatos, académicos, intelectuales, todos como equipo por el país, no podemos trabajar en un país dividido, tenemos que reinventarnos, tenemos que salir fortalecidos de esto, podemos generar oportunidades, que el campo sea una alternativa para nuestros jóvenes”, finalizó.
