Recetas

Prepara unos ricos buñuelos mexicanos

Quién no ama comer buñuelos, prepara estos deliciosos buñuelos mexicanos y sorprende a tu familia

Ingredientes
2 tazas de harina para todo uso
1 cucharadita de polvo para hornear
1 cucharada de azúcar
½ cucharadita de sal
1 huevo
1 cucharada de mantequilla ya derretida y a temperatura ambiente
Aprox. ¾ de taza de agua tibia
1 cucharadita de esencia de vainilla
Aprox. 2 tazas de aceite vegetal para freír los buñuelos
Azúcar para espolvorear

Para el jarabe de piloncillo
3½ tazas de agua
1 cono grande de piloncillo, cerca de 12 oz
1 varita de canela
6 guayabas
1/3 de cucharadita de anís
¼ de la cáscara de una naranja

Preparación

Para el jarabe de piloncillo
Coloca la taza de agua y el piloncillo en una olla mediana; calienta a fuego medio-alto hasta que el piloncillo se disuelva y tome la consistencia como de caramelo líquido.

Añade con cuidado el resto del agua, la canela, la guayaba, el anís y la cáscara de naranja y lleva a ebullición; cocina durante seis minutos aproximadamente, revuelve y hierve durante cuatro minutos más. Pon el jarabe resultante a un lado para utilizarlo como complemento para los buñuelos. Si lo deseas más espeso, déjalo que hierva a fuego lento hasta que logre la consistencia deseada.

El jarabe se conserva bien refrigerado hasta por una semana. Sírvelo caliente o a temperatura ambiente.

Buñuelos mexicanos
En un tazón grande mezcla la harina, el polvo de hornear, una cucharada de azúcar y media cucharadita de sal.

Forma un hueco en el centro y agrega el huevo, la mantequilla derretida y la vainilla. Revuelve hasta que la mezcla dé la apariencia de pedacitos de avena. Agrega el agua poco a poco (una cucharada a la vez) y amasa (por lo general menos de cinco minutos) hasta obtener una mezcla suave y lisa. Cubre la masa con un paño o servilleta de cocina y deja reposar durante 30 minutos.

Mientras la masa está en reposo prepara tu área de trabajo con un rodillo, un plato grande con una toalla de papel o bolsas de papel abiertas, harina extra para estirar las bolitas de masa, y una sartén grande con el aceite vegetal listo para el momento de empezar a freír los buñuelos.

Divide la masa en 12 bolitas y cúbrelas con una servilleta de cocina.

Calienta ¾ de pulgada de aceite en la sartén grande.

Coloca una de las bolitas de masa en tu superficie de trabajo previamente enharinada y estírala con el rodillo. Aplana cada bolita hasta formar un círculo lo más delgado posible pero sin que se rompa.

Para darle ese estirón extra al buñuelo colócalo sobre una cazuela (o un tazón) invertida y cubierta con una servilleta de manta; y estira el buñuelo por los bordes con mucha delicadeza. (El buñuelo debe quedar delgado, casi transparente.)

Puedes formar los buñuelos, y ponerlos sobre una mesa cubierta con un mantel limpio. Que no se peguen unos con otros, mientras terminas de formarlos todos. De esta manera, se seca un poco la masa, y quedan bien doraditos.

Fríe los buñuelos en aceite muy caliente hasta que estén dorados y crujientes. (Este paso tardará solo unos segundos.) Coloca los buñuelos en un plato cubierto con toallas de papel para absorber el exceso de aceite. Sírvelos calientes o a temperatura ambiente y espolvoréalos con azúcar. Si no deseas rociar el azúcar de inmediato puedes conservar los buñuelos en forma perfecta y crujiente para otro día, y solo tendrás que añadir el azúcar al momento de servir. Si prefieres servirlos calientes al día siguiente, colócalos en el horno a temperatura muy baja durante cinco minutos.

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