Gobierno de Chiapas y productores se sumaron a las acciones que encabeza Senasica
Ciudad de México, 6 de noviembre de 2020.— La mosca del Mediterráneo es una de las plagas agrícolas más destructivas del mundo, debido a su gran capacidad reproductiva, su habilidad para adaptarse a diversos climas y el poder afectar a más de 250 especies hortofrutícolas, lo cual genera cuantiosos daños directos a la agricultura de diversos países.
Para su combate, los gobiernos de México, Estados Unidos y Guatemala emprendieron en la década de los años setenta el programa Moscamed, con el objetivo de evitar su establecimiento en México y detener su avance hacia el norte del continente.
Como herramienta fundamental para poner en marcha este programa, hace más de 40 años, construyeron en el municipio de Metapa de Domínguez, Chiapas, la planta de cría y esterilización de moscas del Mediterráneo, la cual produce más de 500 millones de pupas por semana, con el fin de liberar moscas estériles en zonas estratégicas y de esta manera parar su reproducción.
Los trabajos que realiza el programa Moscamed, han mantenido al país como zona libre de esta plaga, desde hace más de 30 años, lo cual permite a los productores mexicanos comercializar sus productos frutícolas y hortícolas a otros países beneficiando al productor.
Para conservar ese estatus sanitario, el gobierno de Chiapas y productores del estado se sumaron a las acciones que encabeza el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para erradicar un brote que se presentó en 35 municipios del estado, establecidas en el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Vegetal (DNE) el pasado 21 de septiembre.
