Sector Rural

Manejo Agroecológico de Plagas: equilibrio, sustentabilidad y salud

La estrategia de Manejo Agroecológico de Plagas (MAP) aplica una visión que busca restablecer el equilibrio entre las poblaciones de insectos dañinos y benéficos

Ciudad de México, 18 de febrero de 2021.— El Manejo Integral de Plagas (MAP) es una estrategia holística, es decir, integra todos los elementos que inciden tanto en el origen como en el combate de una plaga, promueve la restauración de la biodiversidad funcional y aplica alternativas de manejo que no generan impactos indeseables para los productores, los consumidores y el ambiente.

El MAP está considerado como una práctica de impacto positivo en los ecosistemas, la seguridad alimentaria, la salud humana y la prevención de riesgos en materia de sanidad vegetal, al mismo tiempo que se considera una acción pertinente para que los productores se adapten al cambio climático, pero también para que obtengan ahorros económicos, pues es opción más accesible que la aplicación de plaguicidas convencionales.

El MAP cuenta con prácticas específicas que el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) y sus colaboradores difunden entre los productores, tales como: muestreo y monitoreo de plagas; instalación de trampas con feromonas para control de gusano cogollero y otras especies; uso de productos alternativos como entomopatógenos, extractos vegetales o biorracionales; uso de productos de bajo impacto; control biológico y la diversificación de cultivos.

Entre casos exitosos de aplicación del MAP se cuenta el de la sierra de Chihuahua, en donde el cambio climático ha afectado drásticamente los cultivos de temporal provocando una tendencia a la baja en los rendimientos de los cultivos y, por ende, favorecido las condiciones para la incidencia de plagas, sobre todo en el maíz.

Para promover acciones que les permitan a los productores locales adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático, durante el año pasado en el municipio de Guachochi, se instalaron trampas con feromonas para monitorear al gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y así evitar el uso de productos agresivos con el medio ambiente.

Los resultados fueron muy buenos y las familias de la comunidad rarámuri que participaron en la instalación y monitoreo de los módulos mostraron gran interés en seguir implementando estas prácticas sustentables porque evitan que se usen productos potencialmente dañinos para la salud humana y para el medio ambiente.

Los insectos benéficos regulan la población fitófaga (dañina), y con el Manejo Agroecológico de Plagas se propician las condiciones para que esos insectos cumplan su función y se suman alternativas para evitar los tratamientos con agroquímicos.

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