Los trabajadores dedicados a la agricultura industrial enfrentan riesgos en sus actividades diarias, por eso es primordial que los dueños de las productoras, así como los productores de pequeña escala, tengan capacitación constante sobre las medidas que se deben de tomar para la protección de su personal
Ciudad de México, 22 de junio de 2022.— Recordemos que la agricultura es una de las profesiones más peligrosas por el uso de pesticidas y productos fitosanitarios o igual conocidos como agroquímicos, que son todas aquellas sustancias que ayudan a prevenir o combatir cualquier plaga, y contribuyen a la preservación de las plantas. Por esa razón, los trabajadores que diariamente se exponen a estas sustancias o están en contacto frecuente con animales, deben utilizar un EPP profesional.
En el caso de la agricultura industrial, ya sea en la producción a gran o a pequeña escala, hay tres grandes rubros para prevenir riesgos en los trabajadores:
- Protección contra productos fitosanitarios
- Protección contra riesgos de origen animal
- Descontaminación con desinfectantes
En lo que respecta a los productos fitosanitarios, uno de los principales riesgos es la exposición a concentraciones bajas o altas de materiales activos, solventes o diluyentes. Esto ocurre en distintos procesos en el día a día del trabajador, ya sea realizando una preparación o aplicándola, hasta en labores de limpieza o de vaciado de tanques.
Cuando un trabajador utiliza productos fitosanitarios, se recomienda el uso, como mínimo, del tipo 4, categoría III de CE de los overoles de protección química (contra aerosoles acuosos). También la protección tipo 4 de la categoría II proporciona una protección eficaz contra varios aerosoles líquidos acuosos (tipo 4), así como a ingredientes activos en partículas sólidas (tipo 5) y protección limitada contra atomización de líquidos (tipo 6).
Además de esta protección, también se recomienda el uso de un delantal o una bata con una barrera de permeación química adecuada sobre el overol, la cual brinda protección contra químicos orgánicos en las áreas más expuestas del cuerpo.
Es importante resaltar que, al elegir el EPP adecuado, se deben considerar los datos de permeación química de la tela de barrera, así como el producto fitosanitario y el diluyente.
En los riesgos de origen animal, aunque las enfermedades virales típicas entre los animales no se transmiten a los humanos, los trabajadores en contacto cercano pueden transportar partículas infecciosas de distintas maneras, ya sea en su piel, el cabello, el polvo o en su propia vestimenta. En ese sentido, el equipo de protección debe tener las costuras adecuadas para no permitir el ingreso de bacterias que pongan en riesgo a quien lo usa.
La descontaminación con desinfectantes del equipo de trabajo después de su uso es fundamental, ya que garantiza la seguridad de los trabajadores y evita la contaminación cruzada, la cual es uno de los factores principales para la diseminación de agentes patógenos, como la gripe aviar y la fiebre aftosa humana.
Para prevenir este escenario, hay desinfectantes apropiados para descontaminar las prendas de protección personal, que incluso se utilizan también contra la contaminación húmeda en los trajes, ya que la tela, las costuras y los cierres son impermeables tanto a los desinfectantes como a las sustancias químicas, los agentes biológicos y las bacterias.
Es importante que los productores, a gran o a pequeña escala, siempre consideren estos riesgos y estas medidas de prevención para que los trabajadores en la agricultura industrial realicen sus labores con el equipo adecuado para su protección diaria.
(Fotografía cortesía de Dupont)
