La Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz en México resalta la necesidad de actuar de manera urgente ante los efectos, principalmente en Sinaloa, donde resultó dañado 77% de los cultivos
México.─ La exagerada importación de granos, principalmente de maíz amarillo, hará de México un país dependiente de alimentos, principalmente de Estados Unidos, advirtió el secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), Carlos Salazar.
Ante las necesidades de consumo y el escaso fomento a la producción nacional, agregó, se requerirá importar cerca de 14 millones de toneladas de maíz en un año.
Salazar aseveró que el costo de las importaciones representará para México 45 mil millones de pesos, que se pagarán, principalmente, para sacar de la pobreza extrema a más de siete millones de personas.
Resaltó la necesidad de actuar de manera urgente ante los efectos de las heladas de este año en varios estados del país, principalmente en Sinaloa, donde resultó dañado 77 por ciento de las 749 mil 797 hectáreas de cultivos que estaban sembradas.
El cultivo más sensible para el pueblo de México es el maíz blanco, el principal insumo para la elaboración de la tortilla, por lo que es muy grave el que se hayan perdido unas 450 mil hectáreas, de 584 mil sembradas, equivalentes a 92 por ciento.
Por ello, destacó, es necesario para la rama de producción de maíz de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y la Liga de Comunidades Agrarias de esa central en Sinaloa, evaluar, analizar y planear acciones para la etapa de cosecha y comercialización, así como permitir que la demanda de semilla y de nuevas tecnologías esté atendida para el ciclo otoño-invierno 2011-2012.
De ahí que este martes inició en aquel estado un seminario en esa materia para evaluar los efectos y plantear soluciones, en un marco en donde se analizan, entre otros temas, la situación del mercado, los precios del maíz, tanto nacional como internacional.
Se evalúa el proceso de resiembra, al tiempo de que se intercambian planes y proyectos para evaluar la cosecha y los problemas de abasto, así como de comercialización.
Participan, entre otros, integrantes del Comité Ejecutivo Estatal, comités municipales y regionales de las zonas maiceras de Sinaloa, sociedades de producción rural, el presidente de la CNAPAMM, Alejandro Efraín García Bello, y Fabrice Salamanca, director de Agrobio.
Carlos Salazar insistió en la importancia de apoyar las tecnologías y la capacitación de manejo de cosecha y poscosecha. “Es necesario evitar que en el tramo del campo a la mesa se produzcan pérdidas de lo ya cosechado, pues se estima que el 30 por ciento de lo que produce el campo se pierde por falta de manejo y tecnología adecuados.”
Propuso el uso pleno de la superficie agrícola, pues detalló que actualmente no se siembran aproximadamente siete millones 503 mil 211 hectáreas agrícolas, 24.8 por ciento del total, de acuerdo con el octavo Censo Agrícola, Ganadero y Forestal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“Hoy los precios de los granos son un buen estímulo para su aprovechamiento, pero faltan estrategias como la renta social para usufructuar la superficie ociosa. Además de incorporar a los pequeños productores en esquemas de mayor rendimiento que permitan no sólo el autoconsumo sino la producción de excedentes para abastecer a los mercados regionales.”
“En esta tipología de productores se requiere acelerar el rescate, aprovechamiento y valor agregado de los maíces mexicanos (razas y criollos de maíz), mediante una estrategia comercial integral que incorpore registro, denominación de origen y marcas”, concluyó.
Fuente: ElUniversal.mx
