Carlos Torres Barrera*
Los costos de producción y la fluctuación de los precios de venta en mercados nacionales de hortalizas, como el jitomate destinado a mercado nacional, han provocado que los índices de rentabilidad de ese producto no sean necesariamente una constante.
Además, los productores de hortalizas bajo sistemas de invernadero con superficies menores a media hectárea tienen poco acceso a mercados de exportación, debido a su bajo volumen de producción.
Aunado a esto, con pequeñas escalas es más complicado realizar las inversiones para acceder a una certificación en inocuidad y aspirar de esta forma a incursionar en mercados diferentes a los tradicionales.
Afortunadamente, han surgido esquemas de comercialización que pueden brindar una solución a estas problemáticas. Por ejemplo, al organizarse, los productores en conjunto pueden sumar volúmenes de producción e incrementar la rentabilidad de sus negocios, atendiendo así de mejor forma lo que demanda el mercado.
En Estados Unidos y Canadá la ventana de comercialización inicia en septiembre y concluye en abril. El principal destino de las exportaciones del pepino persa mexicano es Estados Unidos, siendo Sinaloa, Michoacán, Baja California, Morelos y Veracruz los estados productores más destacados.
El pepino persa es una cucurbitácea que se consume en estado tierno, de 14 a 16 centímetros de longitud, de cáscara delgada y de rico sabor.
A escala mundial se producen 56.6 millones de toneladas, de las cuales China aporta 73 por ciento, y en menor proporción le siguen Turquía (3.1%), Irán (2.8%) y Rusia (2%).
México ocupó el lugar 13 mundial en producción con 0.8 por ciento (FAO, 2009). Sin embargo, nuestro país se encuentra dentro de los primeros exportadores, sólo detrás de Holanda y por encima de España. En tanto, los principales países importadores son Alemania, Canadá, República Checa, Estados Unidos y Francia.
En 2010, la superficie total cosechada de pepino persa en México fue de 15 mil 653 hectáreas, obteniéndose una producción total de 477 mil toneladas.
De acuerdo con la información disponible, actualmente el productor de pepino persa para exportación recibe 7.3 dólares por cada caja de 22 libras en clasificaciones primeras y tiene un costo de producción de 3.6 dólares.
Así, la relación beneficio-costo de estos proyectos es de 1.6 veces. Sin duda, éste es un esquema de inversión para considerar, principalmente para aquellos pequeños productores en sistemas de invernadero con pequeñas escalas.
* Carlos Torres Barrera es especialista del Centro de Desarrollo Tecnológico “Salvador Lira López”. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. ctorresb@fira.gob.mx
Fuente: Agronegocios en perspectiva
